jueves, 9 de octubre de 2014

El millonario de Wall Street que quiere destruir a Herbalife

El millonario de Wall Street que quiere destruir a Herbalife




William Ackman
William Ackman es el fundador y presidente del fondo Pershing Square Capital Management, en Nueva York.

Es la guerra entre un titán de Wall Street y una de las empresas de nutrición más conocidas del mundo.
De un lado está William Ackman, un arriesgado inversionista en Nueva York, fundador y presidente del fondo Pershing Square Capital Management, que maneja activos por valor de US$17.000 millones.
Del otro lado, la compañía de productos de nutrición Herbalife, con presencia en unos 90 países -entre ellos 18 de América Latina, así como entre los hispanos de EE.UU.- y ventas netas de casi US$5.000 millones al año.
El motivo principal del conflicto: una apuesta de Ackman, avaluada en US$1.000 millones, para que las acciones de Herbalife se desplomen. Su argumento es que se trata de un esquema piramidal y una "empresa criminal".
Este alegato -de que la multinacional supuestamente empleó un sistema ilegal de carácter piramidal para obtener sus ingresos- está actualmente siendo investigado por la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos.
Herbalife rechaza de plano las acusaciones. Ha calificado los comentarios de "escandalosos" y defiende su modelo de mercadeo en el que miembros independientes venden los productos directamente y ayudan a conseguir más distribuidores.

Por qué la apuesta

La razón más evidente por la que Ackman está abogando contra Herbalife es financiera.
El magnate, que consolidó su fortuna a punta de inversiones de alto riesgo, decidió apostar en 2012 contra Herbalife en lo que se conoce, en términos financieros, como venta corta.




Herbalife
Herbalife es una compañía que dice vender sus productos en 90 países y en 2013 alcanzó ventas netas de US$4.800 millones.

Esencialmente, la medida consiste en tomar prestado un conjunto de acciones con el compromiso de devolverlo en un tiempo determinado. La idea es vender las acciones, esperar a que su precio baje y comprarlas de nuevo para retornarlas, embolsillándose la diferencia entre los dos precios.
Así, Pershing ganará cantidades sustanciales de dinero si cae el precio de las acciones de Herbalife, pero perderá si éste se incrementa. Otros fondos apuestan por lo contrario.
Para lograr su objetivo, Ackman está buscando que los reguladores cierren la compañía o que su negocio se vea tan afectado que las personas consideren que no representa una oportunidad.




Producto Herbalife
Herbalife rechaza las acusaciones que aseguran que es un esquema piramidal.

De ahí que el fundador de Pershing esté inmerso en lo que el diario The New York Times describió como un "ataque sin precedentes por su escala".
Ackman realizó una serie de presentaciones de varias horas -la más reciente en julio- en las que criticó fuertemente a la empresa nutricional, su modelo de mercado e incluso se refirió a algunas de las estrellas a las que ha patrocinado, como los futbolistas Lionel Messi o David Beckham.





Así mismo, ha invertido en investigaciones legales, ha fomentado contactos con políticos en Washington para fortalecer su mensaje, y ha puesto un énfasis en criticar el trabajo de Herbalife con los hispanos en Estados Unidos, que representan un segmento importante para la compañía de vitaminas y suplementos nutricionales.
Representantes de Pershing Square Capital Management prefirieron no hablar abiertamente con BBC Mundo, pero en un comunicado opinaron que Herbalife tiene "prácticas engañosas" y "les apunta" a los latinos en Estados Unidos y en países de Centro y Sudamérica.
"A través de clubes nutricionales y otras tácticas engañosas, atraen a emprendedores potenciales hacia un esquema piramidal en el que la abrumadora mayoría de las personas nunca gana un centavo y se retira tras pérdidas financieras significativas", explicaron.
Los clubes nutricionales, que según Herbalife son "una parte valiosa de la comunidad latina", son considerados eventos organizados por los distribuidores que completan un proceso de entrenamiento y ofrecen los productos a miembros de la comunidad.

La reacción de Herbalife





Ackman
Ackman ha realizado conferencias en las que defiende por qué Herbalife debe ser destruida.

Herbalife, por su parte, considera que se trata de "ruido" de parte de Ackman, rechaza la idea de ser un esquema piramidal y dice que "no va a ser posible destruir" una compañía que está próxima a cumplir 35 años y tiene unos 550.000 miembros sólo en Estados Unidos.
Además resalta su enfoque comunitario en temas de nutrición y las oportunidades económicas que les brinda a quienes deciden vender sus productos nutricionales, en especial la comunidad latina.
"Nosotros estamos apoyando a nuestros latinos", le dice a BBC Mundo Ibelis Fleming, la directora de Herbalife para América del Norte, quien admite que Herbalife también ha contratado a empresas para que le ayuden a defender su postura.





"Le damos la oportunidad a cualquier persona que entre a este negocio, especialmente una persona latina", agrega. "Nadie tiene que tener una educación, lo que tiene que tener es ganas".
Así, Herbalife considera que el "ataque" de Ackman no es contra la empresa sino contra "los dueños de pequeños negocios asociados, que son nuestros distribuidores".
Al final de cuentas, ni la empresa nutricional ni el fondo de inversiones saben cuánto durará esta apuesta, pero ambos dicen estár seguros de que no la perderán. Es, quizás, la única coincidencia evidente entre los dos bandos.
Ackman prometió llevarla "hasta el fin del mundo" y dijo que es "extremadamente persistente", mientras Fleming, de Herbalife, señaló enfáticamente que no está preocupada "en absoluto".
"El señor Ackman no sabe con quién se ha metido", concluyó. "Aquí nosotros no vamos a perder".

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