domingo, 9 de octubre de 2016

El Testimonio de un Ex-Obispo Mormón

Encontré el testimonio de este Ex-Obispo mormón, de como fue libre de las garras de esta secta diabólica en la página 4mormon.org

TESTIMONIO de LEE B.

leeComo un antiguo Obispo mormón y miembro de la iglesia por más de 32 años, he llegado a conocer al Señor Jesucristo. Él colocó cinco años de pruebas espirituales y emocionales delante de mi y mi esposa, para que conociéramos mejor su gracia.

La acción más iluminante y gratificante que un miembro de la Fe mormona puede realizar es precisamente lo que a ellos se les ha dicho que hagan: “Estudia el Evangelio restaurado de Jesucristo y las enseñanzas de los Profetas de la Restauración”. Desde mi experiencia personal familiar, uno de los elementos más peligrosos de llegar a conocer que la iglesia mormona es falsa, y ciertamente el efecto a largo plazo más traicionero de este conocimiento, es el pensamiento de que, si yo estaba equivocado con respecto a la fe mormona, ¿es posible que también haya sido engañado por el cristianismo en sí? Conozco bien el temor desalentador y deprimente de considerar que yo había sido engañado de una manera tan profunda, que quizás yo impulsé ese engaño por mi propio deseo de que fuera verdad.

Cuando uno abandona la iglesia mormona, basado en un testimonio confiable de que la doctrina de esa iglesia no está en armonía con las enseñanzas de Jesucristo, esa comprensión y la acción que uno toma en nombre de ese compromiso es únicamente el primer paso a una relación más cercana y personal (y naturalmente más correcta) con Jesucristo. El exponer la malicia en el mormonismo no verifica que el cristianismo en sí está mal, sino que únicamente la versión distorsionada en el mormonismo del cristianismo es lo que está mal. De hecho, las enseñanzas excepcionalmente tiernas y legítimas de Cristo en sí serán las que expondrán los errores enormes. Estas mismas enseñanzas, las principales entre ellas; su Expiación por nosotros, no la enseñanza de Brigham Young acerca de la Expiación de la sangre, su Gracia, y no las buenas obras de los pioneros mormones, que se mantienen como el ejemplo de su divina misión a favor nuestro. Permanece el hecho de que si nosotros, siendo ex-mormones, estuvimos ciegos por un tiempo y aún así permanecimos como creyentes de Él, no hemos perdido nada, pues Él nunca nos dejó y nosotros nunca lo dejamos a Él. Su guía para con nosotros tan sólo fue distorsionada por un momento por las enseñanzas del mormonismo.

He pasado muchos años en varias posiciones del liderazgo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, documentando, verificando y estudiando, específicamente, las enseñanzas originales de la iglesia. He descubierto que muchas de las enseñanzas más fundamentales están completamente fuera de armonía con las enseñanzas del Señor que se encuentran en la Biblia.

Para mis antiguos hermanas y hermanos del mormonismo, mi testimonio es el siguiente: Jesús es el Cristo y no tenemos que adorarle detrás de las sombras oscuras de hombres que nos hicieron creer que Él es individualmente el autor de la Poligamia, Poliandria, Expiación de la sangre, el Mentir por el Señor, y miles de otras corrupciones motivadas por razones personales. Él desea tener una relación directa y muy personal con cada uno de nosotros, puesto que Él pagó por nuestros pecados. No por medio de un laberinto de doctrinas variables o por medio de capas innumerables de oficiales y empleados administrativos, comités, consejeros o presidencias ejecutivas de la iglesia. Él desea que de verdad le conozcas. Quiero que sepas que una relación dulce y espiritualmente plena con el Señor Jesucristo te espera en cuanto descartes las enseñanzas particulares del mormonismo. Lee y estudia todas las doctrinas y enseñanzas mormonas que puedas, y luego consulta con tu Obispo si te sientes confundido. Por esto llegarás a saber que el Señor no es el autor del mormonismo y serás capaz de dejar a la iglesia SUD para adorarlo en verdad y gracia pura.

He documentado mi excomunión obligatoria de la Fe mormona al formular preguntas y buscar la verdad en: (El mormonismo – Una vida fraudulenta – La historia verdadera del viaje de descubrimiento de un Obispo mormón). Mormonism – A Life Under False Pretenses – The True Story of a Mormon Bishop’s Journey of Discovery

En mi libro, hablo acerca de las diferencias fundamentales que separan a la iglesia mormona de todas las iglesias verdaderamente cristianas—la distorsión siniestra y egoísta de la misma personalidad y el carácter del Señor Jesucristo. Para que el mormonismo sea verdadero, Cristo mismo debe ser corrompido para ser alguien que autorizó conductas horribles y por lo tanto hizo que los Profetas mormones del pasado quedaran completamente libres de culpa con respecto a las motivaciones de sus acciones atroces.

La defensa de estas distorsiones repugnantes de la naturaleza y el carácter del Señor continúa hoy en día dentro de las paredes de las capillas y los templos mormones alrededor del mundo. Mi libro examina ejemplos del mundo real acerca de cómo ocultan estas creencias de modo que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es capaz de esconderse mejor entre los verdaderos creyentes que creen en el Salvador compasivo de toda la humanidad, Jesucristo. En el mormonismo, “Él” y “su santo nombre” han sido utilizados vergonzosamente para que los hombres egocéntricos pudieran obtener alguna medida de poder, prestigio, y perversión.

Este libro hace un recuento de experiencias reales de mi vida como un Obispo mormón, quien por más de 30 años fue un Sumo Sacerdote, Presidente del Quórum de Ancianos, y miembro de los tres Consejeros Altos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los mormones. He participado en cientos de ritos del Dote en el Templo mormón y he presenciado de primera mano la práctica de rituales ceremoniales donde se imitó el darle muerte a una vida humana, todo en el nombre de Jesucristo.

Con la mayor sinceridad y en el santo nombre de Cristo, Lee B. Baker

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