¿Rumores de Guerra en América Latina?
Actualmente en América Latina nos encontramos con varios diferendos territoriales, si estos no se solucionan podrían llevar a una escalada de guerra a nivel continental.
Veamos estos 11 litigios:
1. Colombia - Nicaragua
Colombia y Nicaragua mantienen una disputa sobre el archipiélago caribeño de San Andrés y Providencia, que no ha podido ser resuelta con dos fallos de la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
En una sentencia de 2007, el tribunal determinó que, de conformidad con un tratado suscrito en 1928, las tres principales islas le pertenecían a Colombia, pero no estableció la soberanía de otros cinco islotes deshabitados ni la frontera marítima entre ambos países.
En un segundo fallo, de 2012, la corte reafirmó la propiedad colombiana de los islotes, a la vez que trazó una frontera que reconoce como nicaragüenses al menos 75.000 km2 de mar que los colombianos siempre consideraron suyos.
La decisión no fue bien recibida por Colombia. Aunque el presidente Juan Manuel Santos no ha desconocido oficialmente la sentencia, su posición es que ésta es "inaplicable". Hasta el momento, los intentos de Nicaragua por iniciar negociaciones bilaterales no han sido correspondidos.
2. Guyana - Venezuela
La zona de frontera entre Guyana y Venezuela ha sido la causa de muchas disputas entre estos países vecinos.
El diferendo territorial se remonta al siglo XIX, cuando el Reino Unido estableció la frontera de su colonia Guyana Inglesa y, según Venezuela, incluyó dentro de sus límites el territorio venezolano de Esequibo. Actualmente esa porción de tierra sigue en manos guyanesas y Venezuela cuestiona la soberanía basándose en un acuerdo internacional de 1966.
La frontera ha sido escenario de varios incidentes. En 2007, el gobierno de Guyana reclamó a Venezuela por una incursión de soldados para la destrucción de dos dragas mineras que operaban en lo que Georgetown considera es parte de su territorio. Venezuela negó haber utilizado la fuerza y dijo que lo que se había hecho era un operativo para retirar personas que realizaban actividades ilegales de minería.
El territorio en disputa, también conocido como Guayana Esequiba, tiene una extensión de casi 160.000 km2 y comprende dos tercios del territorio guyanés.
3. Colombia - Venezuela
Venezuela y Colombia mantienen un diferendo por la delimitación marítima en las aguas del Golfo de Venezuela en el área de la Guajira.
En los años 70 y 80 hubo muchos roces diplomáticos entre ambos países y en 1987 incluso estuvo a punto de desatarse un conflicto armado, tras el ingreso de la corbeta colombiana Caldas en las aguas en disputa.
Ambos países movilizaron tropas y Venezuela amenazó con hundir la embarcación, pero el gobierno colombiano ordenó el retiro de ésta después de que interviniera la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Desde 1969, se han dado varios intentos infructuosos por llegar a un acuerdo en torno al tema. A partir de la década de 1990, las partes acordaron congelar las discusiones sobre el diferendo.
4. Bolivia - Brasil
Una pequeña isla fluvial en el Amazonas es objeto de disputa entre Bolivia y Brasil. Se trata de Isla Suárez, como es conocida en Bolivia, donde se la considera parte del departamento de Beni, o ilha de Guajará-mirim, nombre para los brasileños que la incluyen en el territorio del estado de Rondônia. Tiene una superficie de apenas 2,58 km2.
La zona fue delimitada por el Tratado de Ayacucho en 1867 y demarcada en 1877. Tras discusiones que datan de mediados del siglo XIX, en la práctica se encuentra bajo administración boliviana, aunque la mayoría de sus terrenos están en manos de particulares brasileños.
En los años 60 ambos gobiernos decidieron tratar la cuestión del estatus jurídico de la isla más adelante. Hasta hoy no existe una definición formal de a quién pertenece el territorio.
5. Chile - Perú
La disputa entre Chile y Perú en torno a una zona marítima de 38.000 km2 en el Océano Pacífico, rica en recursos pesqueros, derivó de diferentes interpretaciones de tratados suscritos.
Chile ha sostenido el argumento de que el límite marítimo es una continuación del paralelo que fija la frontera terrestre. Perú, en cambio, ha señalado siempre que deben respetarse las 200 millas náuticas desde su costa.
Siguiendo la lógica chilena la frontera estaría unos 182 metros tierra adentro, ya que en ese punto la costa tiene una inclinación hacia el noroeste.
En enero de 2008, el gobierno peruano solicitó la intervención de la Corte Internacional de Justicia de La Haya para resolver la disputa, lo que derivó en el fallo de enero de 2014.
Los dos países, que son socios comerciales y miembros de la Alianza del Pacífico, se habían comprometido de antemano a acatar el fallo y a seguir colaborando en el escenario post-Haya.
6. Bolivia - Chile
Bolivia ha mantenido su reclamo a tener acceso al Océano Pacífico desde que perdió su salida al mar en una guerra con Chile en 1879.
El conflicto dio pie a numerosas querellas entre ambos países, hasta llegar incluso al rompimiento de relaciones diplomáticas hace más de tres décadas.
En 2006, con los gobiernos de Michelle Bachelet en Chile y Evo Morales en Bolivia, se inició un acercamiento que se mantiene. Chile sostiene que existe un tratado de paz entre ambos países que zanjó la disputa territorial, pero en los últimos años ha dicho que "está abierto a todas las sugerencias".
La tensión creció en 2011, ya bajo la presidencia chilena de Sebastián Piñera, por la falta de avances en las conversaciones. En abril de 2013, Evo Morales anunció la presentación de una demanda ante la Corte de La Haya para conseguir una salida soberana al mar para Bolivia.
7. Brasil - Uruguay
Brasil y Uruguay se disputan la soberanía de dos territorios.
El primero es el Rincón de Artigas o el Rincão de Artigas, un área triangular de 237 km2 actualmente en manos brasileñas. Uruguay cree que un error en la delimitación de la frontera en 1856 dejó el territorio del lado vecino y desde entonces reclama una corrección, que desde Brasilia niegan conceder.
Más curioso es el caso de la isla Brasileña, un territorio fluvial en la desembocadura del río Uruguay que administrativamente está gestionado por Brasil, pero es reclamado por Montevideo desde hace más de un siglo. Se considera una zona deshabitada, ya que su último poblador murió en 2011, a los 93 años.
8. Argentina - Reino Unido
Argentina reclama por las islas Malvinas/Falklands en posesión del Reino Unido y cuya soberanía fue causa de un enfrentamiento armado entre ambos países en 1982.
En 1994, Argentina incluyó su reclamo en la Constitución nacional, en la cual se establece la intención de lograr la soberanía por vía pacífica y de acuerdo a leyes internacionales. Mientras tanto, Reino Unido negoció para que las islas pasaran a ser territorio asociado de la Unión Europea según el Tratado de Lisboa, suscrito en 2009.
Aunque se restablecieron vínculos diplomáticos en 1992, la disputa entre ambos países recrudeció en 2010, cuando Gran Bretaña autorizó la exploración petrolera en la zona. Desde entonces, Argentina ha acusado a Reino Unido de querer militarizar e introducir armamento nuclear en el Atlántico Sur, algo que Londres niega.
Los habitantes de las islas celebraron un referendo en 2013: 99% de ellos votó a favor de que el territorio continúe bajo bandera británica. Argentina describió el referendo como inútil e ilegal y quiere que la resolución de la disputa se dé en el marco de Naciones Unidas.
9. Belice - Guatemala
Desde 1859 Guatemala reclama como propia una extensión de 12.700 km2 dentro de Belice: un área que representa casi la mitad del territorio beliceño.
La zona fue cedida en usufructo por la Corona Española a Reino Unido en 1763 para permitir a los ingleses la explotación de maderas y otros productos. El litigio inició tras la independencia guatemalteca de 1821, dado que los colonos ingleses extendieron su presencia en áreas no reconocidas por el tratado original.
Belice, parte del Imperio Británico, obtuvo su independencia en 1981. El gobierno guatemalteco avaló la libre determinación del pueblo beliceño, pero sin reconocer las fronteras que el país había establecido en su nueva Constitución.
En 2000 ambos países aceptaron a la Organización de Estados Americanos como mediador en el diferendo. Posteriormente, acordaron realizar consultas nacionales para decidir si se enviaba el asunto a la Corte Internacional de Justicia, pero en 2013 Guatemala decidió suspender un referendo porque Belice estableció que debía haber una participación mínima de 60% de su población para considerar válido el resultado.
Los gobiernos acaban de restablecer las negociaciones este año.
10. El Salvador - Honduras
Honduras y El Salvador disputan la posesión de Isla Conejo, un islote de medio kilómetro de extensión en el Golfo de Fonseca. Desde 1983 la zona está ocupada por soldados hondureños que arribaron después de que el destacamento militar de El Salvador regresó a territorio continental.
En 1992, la Corte Internacional de Justicia resolvió la disputa por los límites territoriales de ambos países. Honduras dice que la sentencia pone fin al diferendo, pero El Salvador alega que se dejó fuera la propiedad de Isla Conejo.
De acuerdo con analistas, la clave de la disputa es el acceso de Honduras al Océano Pacífico, pues su única comunicación directa es a través del Golfo de Fonseca donde la soberanía de El Salvador y Nicaragua pone en riesgo su salida a mar abierto.
En noviembre de 2013 las cancillerías de ambos países iniciaron una ofensiva diplomática ante la Organización de Naciones Unidas para pelear por sus derechos sobre esta isla.
11. Costa Rica - Nicaragua
Desde 2010, Nicaragua y Costa Rica se disputan la soberanía de un islote fluvial de poco menos de 3 km2 de longitud ubicado en uno de los afluentes del río San Juan, cuya margen sur sirve de frontera entre ambos países.
El problema empezó cuando, basándose en imágenes de Google Maps que lo ubicaban en territorio nicaragüense, tropas de ese país se trasladaron al islote -llamado Isla Portillos por Costa Rica y Harbour Head por Nicaragua- para proteger unos polémicos trabajos de dragado en el río, foco constante de disputa entre ambas naciones.
Costa Rica procedió a demandar a Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que en octubre de 2011 ordenó el retiro de todo tipo de tropas del territorio en litigio, aunque autorizó la presencia de funcionarios civiles costarricenses para evitar posibles daños ambientales.
En noviembre de 2013, el tribunal ordenó a Nicaragua detener todas las labores de dragado y reparar el daño causado por las mismas. Pero no resolvió el fondo del asunto: la soberanía del islote en disputa.
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