1 Tesalonicenses 4:10-12
10 Porque en verdad lo practican y aman todos los hermanos que están en toda Macedonia. Pero les animamos, hermanos, a que abunden en el amor más y más,
11 y a que tengan por ambición el procurar llevar una vida tranquila, y el ocuparse en sus propios asuntos y trabajar con sus manos, tal como les hemos mandado.
12 Para que por su modo de vivir se conduzcan honradamente y se ganen el respeto de los que no son creyentes, y no les falte nada ni tengan necesidad de depender de nadie.
El amor de Dios que se profesaban se había extendido a todas las ciudades que los rodeaban, así que Pablo los anima que sigan creciendo en amor y que procuren tener una vida tranquila, ocupándose de sus propios asunto, y trabajando para mantenerse.
Walvoord nos dice de esto: "La evidencia de que habían aprendido la lección del amor fraternal era su afecto profundo y desinteresado por los cristianos de otras partes de su provincia de Macedonia. Estos eran sus vecinos en Filipos, Berea y quizás en otras ciudades donde vivían cristianos".
Pablo los anima que hagan crecer ese amor más y más.
MacDonald dice de esto: "Como se ha mencionado, la bondad fraternal no es un logro; es algo que debe practicarse continuamente, por lo que Pablo exhorta a los creyentes a aumentar cada vez más en esta gracia".
Además de abundar en amor, Pablo los anima a que ambicionen el tener vidas tranquilas.
Robertson nos habla de esto: "Que estudies para estar tranquilo (philotimeisthai hēsuchazein). Primer infinitivo dependiente de parakaloumen (1 Tesalonicenses 4:10, los exhortamos), el segundo en philotimeisthai (antiguo verbo de philotimos, aficionado al honor, philos, timē). La noción de ambición aparece en cada uno de los tres N.T. ejemplos (1 Tesalonicenses 4: 11; 2 Corintios 5: 9; Romanos 5: 20), pero es ambición por hacer el bien, no el mal. La palabra ambición es latina (ambitio de ambo, ire), ir a ambos lados para lograr los objetivos de uno y, a menudo, el mal). Un predicador desprovisto de ambición carece de poder. Había un espíritu inquieto en Tesalónica debido al malentendido de la segunda venida. Entonces, Pablo insta a la ambición de estar tranquilo o en calma, de llevar una vida tranquila, incluido el silencio (Hechos 11:18)".
No solo nos anima a vivir tranquilamente sino a trabajar con nuestras propias manos.
Spence nos dice: "Y ocuparse de sus propios asuntos; para atender los deberes de su llamado mundano, para evitar la ociosidad". Y John Wesley añade: "Trabajar con las manos: no es una precaución innecesaria; porque las preocupaciones temporales son a menudo una cruz para quienes están recién llenos del amor de Dios".
Esto Pablo se los había dado como un mandamiento.
Dods escribe: "Como les mandamos. Incluso cuando todavía estaba con ellos, Pablo había visto síntomas de inquietud que luego se convirtieron en lo que él solo podía llamar conducta desordenada, síntomas tan significativos que los mismos mandatos a una conducta tranquila y al laborioso seguimiento de sus llamamientos ordinarios eran incluso entonces necesarios".
Este mandamiento era para vivir honradamente y poder ser testimonio con los no cristianos.
Gill nos dice de esto: "Hacia los que están fuera: los hombres del mundo, que estaban sin la iglesia; pecadores profanos, gentiles inconversos, que estaban sin Cristo y sin esperanza, y sin Dios en el mundo, y eran extranjeros y extraños; y, sin embargo, se debe tener cuidado de que no se les dé ocasión de reprochar el nombre de Dios, los caminos de Cristo y las doctrinas del Evangelio".
Y dice que finalmente que esto nos va a servir para que nos falte nada.
Spence nos dice: "Para que no tengan necesidad; ya sea neutro, de ninguna cosa; o quizás más bien masculino, de ningún hombre; que no tengáis necesidad de pedir ayuda ni a los paganos ni a los hermanos cristianos; en la medida en que trabajar con tus manos los pondrá en posesión de lo necesario para la vida; mientras que la ociosidad implica necesariamente pobreza y dependencia de los demás".
Pablo nos habla en este pasaje de la importancia de caminar en amor y tener una vida de trabajo para ser de buen testimonio con la gente de afuera, y para que no tengamos necesidades.
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