1 Tesalonicenses 5:6-8
6 Por tanto, no durmamos como los demás del mundo hacen, sino estemos alerta (y en guardia) y seamos sobrios (y tengamos dominio propio).
7 Porque los que duermen, de noche duermen, y los que se emborrachan, de noche se emborrachan.
8 Pero como nosotros somos del día, seamos sobrios (y tengamos dominio propio), habiéndonos puesto la coraza de la fe y del amor, y por casco (o yelmo) la esperanza de la salvación.
En este pasaje Pablo nos dice que debemos mantenernos en alerta, nosotros nomos como la gente del mundo, que están viviendo una vida continua de pecado, sino que somos del día, somos hijos de Dios y debemos caminar como lo que somos.
Lo primero que Pablo nos exhorta es que no nos durmamos, estamos a las puertas del retorno de Jesús y debemos estar vigilantes de los días que tenemos por delante,
Walvoord nos recuerda: "Los cristianos no deben ser indiferentes a la realidad del regreso del Señor; no deberían estar dormidos en el trabajo. La palabra para "dormido" (katheudōmen; 1 Tesalonicenses 5: 10) difiere de la que se usa tres veces en 1 Tesalonicenses 4: 13-15 donde significa muerte (koimaō). Aquí significa letargo espiritual e insensibilidad".
Nuestra actitud debe ser diferente a la del mundo; como nos dice Barnes: "Por tanto, no durmamos como los demás, como el mundo perverso".
Ellicott nos explica de nuestra actitud en este tiempo: "Vela y sé sobrio. La comparación de la noche sugiere ahora al escritor otro pensamiento además del de la pereza, a saber, el de la disipación. Los cristianos no deben convertir el día en noche por el libertinaje más que por el sueño".
Esta actitud de alerta tiene el propósito de no estar desprevenidos cuando venga el Señor, sino caminar de una manera correcta delante de Él.
Vincent nos dice: "Se sobrio (νήφωμεν). Principalmente en un sentido físico, en contraposición al exceso en la bebida, pero pasando al sentido ético de calma, serenidad, circunspección. La vigilia alerta y la seguridad tranquila evitarán que la venida del Señor los sorprenda y los confunda como un ladrón en la noche".
Pablo ahora nos dice la condición vergonzosa de la gente del mundo, toma el ejemplo de la borrachera en contraposición de la actitud sobria que deben tener los creyentes.
Spence explica esto así: "Los que duermen, duermen de noche; y los que se emborrachan se emborrachan de noche. Aquí no debe tomarse en un sentido metafórico, sino como una simple declaración de hecho: lo que ocurre en la experiencia ordinaria. La noche es la estación en la que suele ocurrir el sueño y la embriaguez; mientras que el día es el tiempo de la vigilancia, la sobriedad y el trabajo. Tanto los paganos como los judíos consideraban eminentemente vergonzoso que un hombre fuera visto borracho durante el día. Por lo tanto, cuando los judíos acusaron a los creyentes en el día de Pentecostés de estar llenos de vino nuevo, Pedro respondió: "No estamos borrachos, como suponéis, ya que es la tercera hora del día" (Hechos 2:15)".
Clarke añade a esto: "Pero los que duermen, los que duermen y los borrachos buscan la estación de la noche; de modo que las personas descuidadas y libertinas se complacen en sus malas propensiones y evitan todos los medios de instrucción; prefieren su ignorancia a la palabra de la gracia de Dios ya la luz de la vida. Parece haber aquí una alusión a la opinión mencionada en 1 Tesalonicenses 5: 4, a la que se solicita al lector que se refiera. También se puede observar que se consideraba doblemente escandaloso, incluso entre los paganos, estar borracho durante el día. Los que estaban borrachos se emborracharon de noche".
Habiendo dicho esto Pablo vuelve a sus ejemplo del día dándonos la ilustración de un soldado.
Walvoord nos dice: "De acuerdo con la actitud sobria que se acaba de describir, Pablo usó la metáfora de un soldado, una de sus ilustraciones favoritas del cristiano (Romanos 13: 12; Efesios_6: 10-18; 1 Timoteo 6: 12; 2 Timoteo 2: 3-4; 2 Timoteo 4: 7). Basó su exhortación en la posición de los cristianos: debido a que pertenecen al día, deben vivir en consecuencia".
Pablo pasa a explicarnos parte de la armadura de un cristiano, usando lo ejemplos que usa en Efesios 6:12-18.
Empieza hablándonos de la coraza de fe y amor; como Johnson nos muestra: "Vestirse con la coraza de la fe y el amor. La exhortación a los deberes militares de vigilancia y sobriedad sugiere la idea de un centinela y su armadura. Compárese con Efesios 6: 11-17. Allí se habla del escudo de la fe; aquí la coraza. Ambos fueron por la defensa del cuerpo. Nada protegerá mejor el corazón de los malos pensamientos y nos mantendrá alerta que la fe y el amor".
Luego nos habla del yelmo de la esperanza, de lo cual Walvoord dice: "Además, la esperanza de la salvación protege sus cabezas de los ataques a su pensamiento. La salvación que esperan es la liberación de la ira que vendrá cuando el Señor regrese, como se desprende del contexto. No es un deseo anhelante de que algún día puedan ser salvos eternamente. Tal pensamiento es completamente ajeno al Nuevo Testamento. Los seguidores de Cristo tienen una esperanza segura; no son como otros que no tienen esperanza".
Courson une las piezas de la armadura de esta manera: "Si te pones la coraza de la fe y el amor y el casco de la esperanza y la salvación, vivirás constantemente con la esperanza de que el Señor vendrá pronto".
Pablo nos anima que como creyentes e hijos del día vivamos velando como soldados con expectativas de la pronta venida de Jesús.
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