miércoles, 23 de junio de 2021

Estudio de Segunda de Tesalonicenses - Parte 3 - El Justo Juicio de Dios


 2 Tesalonicenses 1:5-6

5  Todo esto prueba y es una señal evidente del justo juicio de Dios, para que sean considerados dignos del reino de Dios, por el cual en verdad ustedes están sufriendo.
6  Porque después de todo, es justo delante de Dios que El pague con tribulación a quienes los afligen y hacen sufrir a ustedes.

En este pasaje Pablo empieza a mostrarnos el justo juicio de Dios que caerá sobre los impíos que lo rechazan; y que lo demuestran al perseguir a la iglesia.

Acerca de la prueba y señal evidente Vincent nos dice: "Una señal manifiesta (ἔνδειγμα). N.T.o. Comp. ἔνδειξις, Filipenses 1: 28. La señal es la paciencia y la fe con las que soportan la persecución y la tribulación. Es una muestra del justo juicio de Dios, ya que apunta a la gloria futura que Dios conferirá en el juicio final y la justa recompensa que se entregará a los perseguidores. Del mismo modo Filipenses 1: 28". 

Entonces esta señal justo juicio fue la fe y paciencia con que soportaron la prueba.

Acerca del justo juicio de Dios Spence nos dice: "Del justo juicio de Dios. No se refiere al estado actual, y particularmente a los sufrimientos que perfeccionaron a los tesalonicenses y los prepararon para el reino de Dios (Olshausen); sino al juicio futuro. Estas palabras implican que los sufrimientos de los justos y la prosperidad de sus malvados perseguidores fue una clara prueba de que habrá un futuro estado de retribución, cuando las desigualdades del presente estado de cosas se ajustarán, cuando las aparentes violaciones de la justicia serán rectificadas, y cuando las cosas se vuelvan completamente al revés, cuando los perseguidores sean castigados y los perseguidos recompensados (comp. Filipemses 1: 28, "Y en nada aterrorizados por tus adversarios; lo cual es para ellos una señal evidente de perdición, pero para ti de salvación y la de Dios")". 

Barnes añade: "Del justo juicio de Dios: que habrá un juicio justo en el más allá. Los crímenes de los impíos que quedan impunes en la tierra, y los sufrimientos de los buenos que no son vengados, son una demostración de que habrá un juicio, cuando todas estas desigualdades se ajustarán".

Entonces el justo juicio de Dios no es prueba por la que estaban pasando los tesalonicenses sino el futuro juicio que vendra en el futuro contra la gente impía que rechaza el sacrificio de Cristo en la cruz.

Respecto a ser dignos del reino de Dios Ellicott nos dice: "Para que seáis tenidos por dignos — Esto expresa el resultado, no del futuro juicio de Dios, sino de los pacientes sufrimientos que revelan cuál será ese juicio. El “contar digno” (o más bien, quizás, el “declarar digno”) es, de hecho, el “juicio” o sentencia en sí. "Sufres de tal manera que podemos pronosticar el veredicto justo de Dios: es decir, para luego ser declarado (el tiempo griego apunta a un momento distinto para formar la estimación) apto para recibir el reino de Dios". La palabra “contados dignos” en este lugar no tiene nada que ver con la cuestión teológica del mérito".

La Biblia Plenitud nos aclara la idea: "El hecho de que los tesalonicenses crecen en la fe y el amor mientras resisten valientemente la persecución, constituye una clara demostración (v. 5) de que Dios actúa en ellos y los prepara para su reino".

Este pasaje no nos habla de la salvación, ya que la salvación es por gracia, por media de la fe, no nos habla del material de que estamos hechos, podemos pasar las tribulaciones y sufrimientos porque somos dignos del cielo.

Luego el Comentario de Cambridge dice: "Los sufrimientos de los tesalonicenses fueron soportados por causa del Reino: por causa de la cual ustedes también sufren. Su fuerte esperanza de la venida de Cristo y el triunfo del Reino de Dios los sostuvo en su angustia. “Si perseveramos, también reinaremos con él” (2 Timoteo 2: 12): así cantaban los primeros cristianos. Pero, sin embargo, no fue tanto su propia participación en él, como la perspectiva de la gloria del Reino mismo, lo que los hizo "regocijarse en las tribulaciones

Walvoord dice de esto: "El propósito de los sufrimientos de los tesalonicenses era glorificar a Dios al manifestar Su gracia en la forma en que soportaron sus pruebas. Su sufrimiento demostró que eran considerados dignos del reino de Dios. En otro sentido, estaban sufriendo como soldados de Cristo".

Como vimos antes el sufrimiento no era lograr méritos alcanzar la salvación, sino mostrar su carácter como cristianos, mostrar lo que eran como creyentes.

Ahora veremos que es en realidad el justo juicio de Dios.

Dods empieza diciendo: "Es justo delante de Dios. La confirmación de lo dicho se plantea hipotéticamente para sugerir la imposibilidad de la suposición contraria, y así presentar la verdad de la razón en la forma más convincente. La referencia es especialmente a las palabras "juicio justo" de 2 Tesalonicenses 1: 5". 

El justo juicio de Dios es retribuir con tribulación, evidentemente la Gran Tribulación a los que que se levantan contra Cristo, en este caso persiguiendo a los cristoanos.

Dods sigue: "Para recompensar la tribulación a los que te afligen. Ésta es la jus talionis, la ley de la represalia, de castigar a un hombre según su propia medida. "Con la medida que midas, se te volverá a medir", este es el orden divino inviolable. Y así como muchas instancias del castigo del pecado en la vida nos sobresaltan por la exactitud de la retribución, así aquí Pablo, con las palabras que escoge, intenta indicar claramente que esta exactitud caracterizará el juicio final. Es también la doctrina de Santiago (2 Tesalonicenses 2:13), "Sin misericordia tendrá juicio el que no tuvo misericordia".

McGee complementa: "Cuando Dios juzga, Dios es justo en ello. Pablo hace la pregunta: "¿Hay injusticia en Dios?" La respuesta es, que no sea: "Dios no lo quiera" (ver Romanos 9: 14). Todo lo que Dios hace es absolutamente correcto. Él no puede equivocarse. A veces nos quejamos de las cosas que nos pasan porque somos ignorantes; no entendemos los caminos de Dios. Pero Dios tiene un propósito muy definido para todo lo que hace. Y Dios es justo al enviar la Gran Tribulación. Es un juicio de pecadores".

El justo juicio de Dios es la retribución que Dios hará sobre el mundo impío que ha rechazado a Cristo y perseguido a Su cuerpo. 

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