1 Tesalonicenses 5:14
14 Y también les exhortamos, hermanos, a que amonesten a los rebeldes y desordenados, animen a los desanimados, apoyen a los débiles y sean pacientes con todos.
En este pasaje Pablo, después de decirles que procuren caminar en paz con todos, le da a los pastores y ministros encargados unos consejos para resolver los problemas de convivencia y conducta para poder caminar en esa paz.
Ellicott nos habla de esto: "Los escritores se dirigen al presbiterio y explican su deber en la administración de la disciplina al rebaño. El rebaño estará más dispuesto a recibir la disciplina cuando vea con qué autoridad apostólica están armados sus pastores. A continuación, se enumeran varias partes especiales de la oficina administrativa".
Los encargados de que se cumplan estas reglas son los pastores y ministros, para eso se les ha dado autoridad.
En primer lugar nos habla de los rebeldes que no quieren trabajar.
MacDonald nos habla de este caso: "Amonesten a los rebeldes, a los que no se mantienen a la par, pero insisten en perturbar la paz de la iglesia con su comportamiento irresponsable. Aquí los rebeldes son los que se niegan a trabajar. Son los mismos que los descritos en 2 Tesalonicenses 3: 6-12, caminar desordenadamente, no trabajar, pero ser entrometidos".
El segundo caso es los desanimados.
Robertson nos dice de esto: "Animen a los desalentados (paramutheisthe tous oligopsuchous). Verbo antiguo para animar o consolar como en Juan 11: 31, aunque no tan común en N.T. como parakaleō, el adjetivo compuesto (oligos, pequeño o chico, psuchē, alma), de alma pequeña, de alma chica, palabra tardía en lxx. El verbo oligopsucheō aparece en los papiros. Las condiciones locales a menudo hacen que algunos se desanimen y deseen abandonar la iglesia, retirarse. Estos deben mantenerse en línea".
El tercer caso es el de los débiles.
Spence nos explica este punto: "Apoyen a los débiles. Por "los débiles" no se entienden los que son físicamente débiles: los enfermos; sino los que son espiritualmente débiles, cuya fe era débil, los que temían la persecución o estaban atormentados por vanos escrúpulos. Estos debían ser apoyados, confirmados en la fe".
Y finalmente que tengan paciencia con los hermanos, y por experiencia a veces es lo más difícil, pues las personas a veces tardan un poco en cambiar.
Clarke lo explica así: "Sean pacientes con todos - Μακροθυμειτε προς παντας · Los desordenados, los débiles mentales y los débiles ejercitarán su paciencia y pondrán a prueba su temperamento. Si las tropas son irregulares y no pueden reducirse en todos los aspectos al orden y la disciplina adecuados, que los oficiales no pierdan la paciencia ni el coraje; déjelos hacer lo mejor que puedan; Dios estará con ellos y una victoria dará confianza a sus tropas. A menudo hemos visto que la vida cristiana se compara con una guerra, y que las instrucciones dadas a los soldados son, mutatis mutandis; teniendo en cuenta los diferentes sistemas, adecuados para los cristianos. Este tema ha sido tratado ampliamente en Efesios 6. Los ministros de Cristo, siendo considerados oficiales, deben familiarizarse con el deber de los oficiales. Aquel que tenga la dirección y administración de una Iglesia de Dios necesitará toda la habilidad y la prudencia que pueda adquirir".
Estos consejos prácticos ayudarán a los pastores y ministros encargados de las iglesias locales a realizar mejos su trabajo.
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