jueves, 10 de junio de 2021

Estudio de Primera Tesalonicenses - 29 - El Día del Señor Vendrá Cómo Ladrón en la Noche


1 Tesalonicenses 5:1-3
1 Ahora bien, hermanos, acerca de los tiempos y a las estaciones, no tienen necesidad de que se les escriba nada.
2 Porque ustedes mismos saben perfectamente que el día del Señor vendrá sin previo aviso (inesperadamente y de repente) como un ladrón en la noche;
3 que cuando la gente esté diciendo: Todo está tranquilo y no de que temer, hay paz y seguridad, entonces la catástrofe y la destrucción vendrán sobre ellos repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y de ninguna manera nadie podrá escapar.

En este pasaje Pablo nos habla del día de la ira del Señor, o como es conocido la Gran Tribulación, este día empezará después del arrebatamiento, como un ladrón por la noche, cuando la iglesia ya no este y el mundo este en paz y tranquilidad, vendrá destrucción repentina.

Pablo empieza diciéndonos de "los tiempos y estaciones". Esto nos muestra que la Segunda Venida del Señor no es un tiempo definido, sino una etapa en que ocurren varios sucesos.

Vincent escribe de esto: "Tiempos - estaciones (χρόνων - καιρῶν) Ver Hechos_1: 7. Con especial referencia a la venida del Señor. Se usa el plural porque Pablo está pensando en una serie de incidentes relacionados con la preparación y realización del segundo advenimiento, y que ocurren en diferentes momentos. Los tiempos y temporadas de colocación solo aquí y Hechos 1: 7. Καιρός es el tiempo adecuado, χρόνος el tiempo medido por duración. De ahí καιρός una coyuntura, una ocasión, como Mateo 16: 3. La distinción está tan bien marcada que tienen las frases χρόνου καιρός el momento adecuado del tiempo, y εὔκαιρος χρόνος el momento oportuno".

Robertson añade: "Pero con respecto a los tiempos y las estaciones (peri de tōn chronōn kai tōn kairōn). Chronos es más bien un período extendido y kairos un espacio de tiempo definido". 

Sabemos el orden de la Segunda Venida de Jesús, primero el arrebatamiento, luego 7 años de Gran Tribulación, y finalmente la Segunda Venida.

Pablo les dice que no necesitaba escribirles nada, y eso posiblemente porque ya les había explicado el orden de la Segunda Venida.

Dods nos dice de esto: "No tienen necesidad de que les sea escrito. Es más probable que las personas reciban información cuando su informante supone que ya la conocen. La razón de Pablo para esta presunción probablemente fue que él mismo les había dicho previamente que el tiempo de la venida del Señor no había sido revelado".

El siguiente verso les dice que el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, de una manera inesperada, hablando del inicio de este día, es decir, después el arrebatamiento.

Walvoord nos explica acerca del día del Señor: "El día del Señor es un período futuro en el que Dios estará obrando en los asuntos mundiales de manera más directa y dramática de lo que lo ha estado desde el ministerio terrenal del Señor Jesucristo. Es un tiempo al que se refieren muchos profetas del Antiguo Testamento (por ejemplo, Isaías 13: 9-11; Joel 2: 28-32; Sofonías 1: 14-18; Sofonías 3: 14-15). Como indican estos y otros versículos del Antiguo Testamento, el día del Señor incluirá tanto juicio como bendición. Ese día comienza inmediatamente después del Rapto de la iglesia y termina con la conclusión del Milenio. Este día es un tema importante de la profecía con su exposición más completa en Apocalipsis 6-19". 

Acerca de lo inesperado de su venida, Robertson escribe: "Como ladrón en la noche (hōs kleptēs en nukti). Como ladrón de noche, de repente e inesperadamente. Reminiscencia de la palabra de Jesús (Mateo 24: 43; Lucas 12: 39), usada también en 2 Pedro 3: 10; Apocalipsis 3: 3; Apocalipsis 16: 15". Y Dods añade: "Es decir, sin previo aviso, o cuando menos se espera, como se describe en el siguiente verso".

Cuando esto suceda la gente estará viviendo un tiempo de paz y seguridad, confiados en que no hay nada que temer, pero esa paz falsa será sacudida en una destrucción repentina.

Gill nos habla la condición de la gente sobre las cuales caerá el juicio, recordando que la iglesia ya fue arrebatada como vimos en el capítulo 4: "Porque cuando digan... O los hombres dirán, es decir, hombres malvados e impíos, personas en un estado de no regeneración". McGee añade a esto: "¿Notas el cambio de pronombres aquí? En los dos primeros versículos, Pablo se dirige a los "hermanos" y dice que no es necesario que les escriba sobre los tiempos y las estaciones, porque no tendrán nada que ver con eso: los creyentes se habrán ido en ese momento. Pero aquí en el versículo 1Tesalonicenses 5: 3 el pronombre cambia a "ellos" - cuando digán: Paz y seguridad". Y Darby añade: "El mundo dirá "Paz y seguridad", y con toda seguridad creerá en la continuidad de su prosperidad y el éxito de sus designios, y el día llegará de repente sobre ellos".

La gente de mundo estarán confiados en que todo es paz, todo es seguridad, pero entonces, inmediatamente después del rapto, les vendrá destrucción repentina cuando empiece la Gran Tribulación.

El Comentario de Cambridge nos dice de este acontecimiento: "Entonces les sobrevendrá una destrucción repentina] O, en el vívido orden del griego de San Pablo, de repente sobre ellos se levanta la destrucción. Sin un momento de advertencia, la ruina llega, ¡no se ve acercándose, pero primero se ve colgando sobre los transgresores condenados! Escuchamos nuevamente la advertencia de Cristo de Lucas 21:34, “no sea que ese día te sobrevenga de repente (una palabra griega que se encuentra solo en estos dos lugares en el N. T.), como una trampa; porque así vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra”. Cristo compara Su advenimiento con la venida del Diluvio “en los días de Noé” (Mateo 24: 36-39)". Y Walvoord añade: "Esta "destrucción" (olethros; 2 Tesalonicenses 1: 9) no es aniquilación, sino la ruptura de su paz y seguridad a través del derramamiento de la ira de Dios sobre la tierra en la Gran Tribulación. La destrucción vendrá de repente".

Luego Pablo nos da una figura poética, dice que la destrucción vendrá como los dolores de parto que anteceden el nacimiento del niño, y que cuando llegan no se puede detener el parto.

Ellicot nos explica el uso de esta figura; "Como dolores de parto. — Un símil oriental común para expresar no sólo lo repentino, sino también el horror. Teodoreto dice justamente: “La mujer encinta sabe que tiene un hijo que tener, pero no sabe la hora exacta de sus dolores; así que también sabemos que el Señor de todo aparecerá, pero el momento mismo no se nos ha enseñado explícitamente". Sin embargo, el comentario difícilmente se ajusta a este pasaje, ya que las personas sobre las que estallará la destrucción no son personas que vivan con la expectativa de tal juicio". Y Dods añade: "También aquí se puede insinuar la inevitabilidad del juicio; no hay posibilidad de escape: esto está implícito en la última cláusula, y no escaparán".

Pablo les escribe que no es necesario que les explique el tiempo que sucederán estas cosas, evidentemente ya se los había explicado antes. Pero si les dice que es inminente aunque inesperado para el mundo. Despúes del arrebatamiento sera la Gran Tribulación. 








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