viernes, 19 de diciembre de 2014

Las grandes mentiras del profeta mormón

Las grandes mentiras del profeta mormón

Retrato de Joseph Smith.

La multipoligamia de Joseph Smith, que llegó a tener 40 esposas, es solo un episodio de las polémicas actuaciones del fundador de los mormones. Se negaba a aceptar negros entre sus fieles, aseguraba que en la Luna habitaban seres de 1,80 metros de estatura que llegaban a vivir hasta mil años, incluso llegó a presentarse a la presidencia de EE UU en 1844 con un absurdo discurso por el que fue tachado de loco

Cuando todavía no se habían apagado los rescoldos de la agria polémica sobre la condición de profeta o farsante de su líder histórico, la iglesia mormona estadounidense ha vuelto a la actualidad. De nuevo gracias a Joseph Smith (1805-1844), el visionario que en 1830, amparado en el fervor religioso y la confusión teológica que impregnaban la costa este, fue protagonista en el pueblo de Parlmyra, dentro del estado de Nueva York, de la génesis de una creencia seguida en la actualidad por alrededor de catorce millones de miembros. Esta doctrina siempre se ha presentado como la restauración del primitivo cristianismo.

La existencia de Smith transcurrió siempre en paralelo a la controversia y ahora ha dado nuevamente motivos para el escándalo, casi dos siglos después de su fallecimiento. El motivo es que la también conocida como Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se ha visto obligada a admitir que su guía sentimental amplió la semántica de la palabra polígamo hasta términos sólo cuantificables en decenas. Superó incluso a Mahoma, fundador del islam, al que se le atribuyen trece consortes.

Diferentes documentos 'desclasificados' recientemente han permitido comprobar que su cohorte de esposas alcanzaba la cuarentena, incluyendo desde señoras de 56 años a niñas de 14, pasando por mujeres que ya habían contraído matrimonio con anterioridad, creando de este modo casos de poliandria y hasta pederastia. Los maridos de éstas consentían e incluso formaban parte de la 'gran familia', convirtiendo el rebaño teológico en una comuna de feligreses.

Sólo una compañera de cama

No obstante, las mismas fuentes disculpan a su líder espiritual y justifican su afición a las esposas en base a explicaciones divinas encontradas en el Viejo Testamento y en las tres apariciones de un ángel que Smith tuvo la fortuna de vivir entre 1834 y 1842 en una arboleda cercana a su casa. Aquellas revelaciones diseñaron su trayectoria, según los expertos mormones que han desvelado el 'secreto', en un intento de trasladar una sensación de transparencia que frene la apostasía y la sangría de bajas entre sus seguidores sufrida durante los últimos años.

Según Smith, una revelación de un ángel le pidió practicar el matrimonio plural.
Según Smith, una revelación de un ángel le pidió practicar el matrimonio plural.

Smith no quería un matrimonio plural, pero con reticencia cedió ante las órdenes divinas. Sin embargo, afirman sus defensores, sólo tuvo una compañera de cama y se descartan más consumaciones. Eran compromisos destinados a la eternidad, después de la muerte. En la última de sus visitas, dicen los estudiosos, el mensajero de Dios "llegó con la espada desenvainada y le amenazó con provocar destrucción a menos que obedeciera totalmente el mandato". Los argumentos para probar su inocencia y minimizar el escándalo también recurren a figuras bíblicas como Isaac, Moisés o Abraham, que también profesaban la poligamia. Más tarde se contradicen al valorar el aumento de nuevos feligreses que generaba la presencia de varias esposas en edad de procrear.

Los mormones siempre han sabido integrar la familias polimaritales en su credo, aunque desde finales del siglo XIX la corriente oficial invitaba a la monogamia, poniendo como ejemplo al propio Smith, ya fallecido para entonces. La historia de su iglesia milenarista lo representaba siempre como un hombre felizmente casado con una sola mujer, su angelical esposa Emma. La pareja era venerada, representada por una estatua en la plaza Temple Square en Salt Lake City, en Utah, donde se ubica la sede central de esta fe.

Pero "cálculos cuidadosos" de la jerarquía eclesiástica mormona han realizado ahora este ejercicio de aperturismo y describen a su líder como vulnerador de la ley que el mismo promulgó y que combatía el matrimonio múltiple para evitar las constantes presiones que llegaban desde la Casa Blanca. De hecho, la legislación norteamericana de aquella época contemplaba la encarcelación de los polígamos y la confiscación de sus bienes.

Un personaje controvertido

La noticia sobre la situación conyugal ha trascendido al mundo informativo en los últimos días, pero lo cierto es que la poligamia de Smith era ya conocida en círculos más especializados. De hecho, existía ya incluso un libro escrito por Brian C, Hales que analiza este fenómeno. De cualquier manera, la información, aunque no sea nueva, ha generado malestar entre el rebaño mormón al comprobar que su idolatrado pastor no era precisamente verdadero cumplidor de la doctrina que pregonaba en su 'Libro del Mormón', que afirmaba era una Biblia conservada por los indígenas, últimos restos de las tribus perdidas de Israel.

Estatua de Joseph y Emma Smith en Salt Lake City.
Estatua de Joseph y Emma Smith en Salt Lake City.

Las revelaciones sobre Smith también han descubierto otras de sus controvertidas actuaciones, como su negativa a aceptar negros entre sus fieles y menos entre sus sacerdotes, un prohibición vigente hasta 1978. Incluso se ha llegado a dudar de la famosa piedra vidente que atrajo a muchos creyentes, convencido de que era capaz de localizar los tesoros que ocultaron en el pasado los indígenas o los primeros pobladores del país. Smith colocaba la roca en su sombrero y así conseguía que la luz se trasmitiera a su cerebro. Esta habilidad logró convencer a muchos incrédulos.

Smith fue polémico siempre. Se autoadjudicó la condición de profeta de Dios, receptor de mensajes directamente recibidos desde el cielo. Sin embargo, la mayoría de los coetáneos que no cayeron presos de su mensaje le consideraban un loco o un mentiroso. Por eso, pronto emigró a Ohio, Pensilvania, Misouri e Illinois, para establecerse finalmente en Utah, donde erigió su primer templo, creó comandos paramilitares para defenderse de los ataques de otras creencias y aplastar la disidencia. Y hasta un banco que recogiera las aportaciones de sus feligreses. Allí quiso crear la nueva Jerusalén y allí asimismo sufrió una escisión, surgiendo una docena de denominaciones mormonas que aún compiten por ser consideradas como la primera iglesia de Cristo.

En la cárcel acusado de autocrático y polígamo

Pero el líder primitivo mormón supo sobrevivir a aquel desmembramiento gracias a un despliegue de imaginación y consiguió extender su creencia a todo el mundo. Incluso, apoyado por sus fieles, emprendió la carrera política, aspirando a la presidencia estadounidense en 1844. Su habilidad para la manipulación la encaminó hacia ese escenario, logrando influir en un electorado que le apoyó incluso en sus ideas más absurdas. Pero no pudo llegar hasta Washington.

Finalmente acabó en la cárcel al ser acusado de autocrático y polígamo, y determinarse por parte de un jurado que, en un ambiente lleno de gente crédula, embaucaba y estafaba a sus seguidores para obtener dinero, sexo y poder. Su objetivo final, se dictaminó, era el fraude y la satisfacción de su complacencia mundana. Murió a manos de una muchedumbre que le linchó mientras se encontraba confinado en una celda. Así se convirtió en mártir para los suyos.

Hoy en día también sería procesado, pero por sus falsas profecías. Por ejemplo, llegó a decir que el fin del mundo llegaría entre 1981 y 1982, momento en el que a España sólo arribaron el Mundial de fútbol y Naranjito. Smith también adelantó que había vida en la Luna, concretamente seres de 1,80 metros de estatura que llegaban a vivir hasta mil años y vestían como quáqueros. Neil Amstrong y Buzz Alderson, los primeros astronautas que alunizaron al satélite de la Tierra, no se toparon con ellos.

De cualquier manera, cierto es que los mormones han sido uno de los grupos religiosos más odiados en Estados Unidos desde su fundación, cuando su aparición fue percibida como una amenaza comercial y política por otras religiones. Sufrieron mucha represión y hasta campañas mediáticas en su contra. Ello obligó a su iglesia a emigrar sucesivamente hacia el oeste en busca de nuevas tierras donde cultivar su credo en paz. Este sentimiento contrario a sus fieles decreció a principios del siglo XX, cuando optaron por suavizar su hermetismo y adaptarse a las exigencias de la vida cultural imperante. Entre las exigencias aceptadas se encontraba abandonar la poligamia.

Paradojas

Mientras se debate sobre la figura del que parecía el profeta perfecto, la actual iglesia mormona estadounidense vive sumida en paradojas. Sigue anclada aún en los principios que guiaron su constitución, pero, sin embargo, no ha logrado escapar de los males que aquejan a la sociedad moderna, gran cultivadora del individualismo y propiciadora de la soledad, incluso en los lugares con mayor índice de población.

Portada del libro del mormón.
Portada del libro del mormón.

Por ello, ajenos a las directrices de su cúpula, algunos de los integrantes de este credo abrieron el pasado año sus puertas a las nuevas tecnologías y a la redes sociales en busca de pareja. Así nació un portal de internet llamado Mormon Match, que facilitaba las relaciones entre los parroquianos solitarios. Toda una contradicción en una religión que ha sabido convivir con la poligamia.

El 'vaticano' de Salt Lake City ha reaccionado poniendo el tema en manos de sus abogados y ahora serán los tribunales los que dictaminen si tiene el uso exclusivo de la palabra 'mormón', inventada por Smith para designar a un profeta que guiara su andar. Podría ser algo así como registrar el crucifijo con una patente o atribuirse la propiedad de la marca de la estrella de David.

La de los contactos digitales no es la única polémica que se asocia a los mormones. De hecho, la división siempre ha estado unida a ellos, que, como se ha dicho más arriba, además de la mayoritaria Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuentan con otra docena de corrientes, todos ellas autodenominadas como "la verdadera". En estos momentos sólo las más extremistas, que se refugian en montañas o desiertos, todavía profesan la poligamia. Uno de sus líderes fue condenado en 2011 por abuso de menores.

En España sólo asociamos a los mormones con jugadores de baloncesto de buen tiro exterior y a los evangelistas que recorren el mundo para invitar a todos a dirigirse hacia Dios. El único representante de esta religión que se conoce por estos lares es, quizás, el político Mitt Rommey, que ganó las primarias republicanas y compitió con Barack Obama por la Casa Blanca en las presidenciales de 2012.


tomado de correo.com

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