1 Tesalonicenses 4:3-5
3 Porque ésta es la voluntad de Dios: su consagración y santificación; es decir, que se abstengan de toda fornicación e inmoralidad sexual;
4 que cada uno de ustedes sepa cómo poseer y obtener el dominio su propio cuerpo y tener su propia esposa en santificación y honor,
5 sin dejarse llevar por los malos deseos ni pasión de concupiscencia como hacen los gentiles (o paganos), que no conocen a Dios.
En este pasaje Pablo empieza a darles instrucciones acerca de como caminar en santidad en cuanto al área de su vida sexual. Les explica que no deben se como los gentiles que no conocen a Dios, y por eso viven unas vidas desenfrenadas.
Los primero que Pablo les dice es que la voluntad de Dios es la santificación, que es la consagración o separación para Él.
El Comentario de Cambridge nos dice esto: "“Santificación” es el acto o proceso de hacerse santo: luego, en el segundo caso, viene a denotar el resultado de este proceso, el estado de quien es santificado, —como en Romanos 6:22, “tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna”; de manera similar en Hebreos 12:14, "Seguid la santificación". Es sinónimo de consagración, es decir, devoción a Dios, pero a Dios como el Santo".
Lo primero que Pablo les dice es que se abstengan de fornicación, que en el griego nos habla de toda clase de inmoralidad sexual.
Walvoord nos dice: "La primera instrucción diseñada para producir una mayor santidad es la abstinencia de la inmoralidad sexual. Pablo llamó a sus lectores a evitarla, lo que implica la necesidad de ejercitar la autodisciplina, habilitada por el Espíritu de Dios. Los cristianos deben evitar y abstenerse de toda forma de práctica sexual que se encuentre fuera del círculo de la voluntad revelada de Dios, a saber, el adulterio, las relaciones sexuales premaritales y extramaritales, la homosexualidad y otras perversiones. La palabra porneia, traducida como "inmoralidad sexual", es amplia e incluye todas estas prácticas. Los tesalonicenses vivían en un ambiente pagano en el que la relajación sexual no solo se practicaba abiertamente sino que también se fomentaba. En la religión griega, la prostitución se consideraba una prerrogativa sacerdotal, y el sexo extramatrimonial a veces era un acto de adoración. Para un cristiano, la voluntad de Dios es clara: la santidad y la inmoralidad sexual son mutuamente excluyentes. Ninguna apelación a la libertad cristiana puede justificar la fornicación".
En medio de toda esta oferta sexual que había en estas provincias griegas, Pablo les dice que tengan dominio propio, que ejerzan la maestría para dominar su cuerpo y tener su propia esposa de una manera digna.
Robertson escribe de este tema: "Poseerse a sí mismo de su propia vasija (to heautou skeuos ktasthai). Presente de infinitivo medio de ktaomai, adquirir, no kektēsthai, poseer. Pero, ¿qué quiere decir Pablo con "su propio vaso"? Solo puede significar su propio cuerpo o su propia esposa. Se plantean objeciones contra cualquiera de los dos puntos de vista, pero tal vez él quiere decir que el hombre adquirirá a su propia esposa "en santificación y honor", palabras que elevan a la esposa y dejan claro que Pablo exige pureza sexual por parte de los hombres (casados así como solteros). Aquí no hay un doble rasero. Cuando el esposo llega al lecho matrimonial, debe venir como un hombre casto a una esposa casta".
Luego nos dice que no debemos caer en las concupiscencias de la carne, como los otros gentiles que no conocen a Dios.
Walvoord nos dice: "No debían lidiar con ello como lo hacían los paganos, complaciéndose en la lujuria apasionada (en pathei epithymias). Tal comportamiento es una marca de paganismo. Un pagano es aquel que no conoce a Dios. Aquí Pablo puso su dedo en la clave para superar las tentaciones sexuales. Un cristiano puede vencer porque conoce a Dios; ¡esto hace toda la diferencia! Pablo no dijo que los paganos no conocen a Dios. La razón por la que se comportan como lo hacen es porque no conocen a Dios personalmente, aunque pueden conocerlo. Cuando una persona llega a conocer a Dios por la fe en Jesucristo, no solo cambia su actitud hacia el sexo, sino que también descubre que Dios le da la capacidad de actuar frente a la tentación sexual como antes no podía. Conocer a Dios es básico para vivir una vida santa. Es por eso que mantener una relación vital con Dios es esencial para mantener un caminar limpio ante Dios".
En estos versos Pablo nos da el secreto para caminar en santificación, y vencer las concupiscencias de la carne, que es conocer a Dios. Mientras más lo conozcamos, menos deseos tendremos de los deseos pecaminosos.
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