El
Arrebatamiento
Voy a conversar de un tema que se ha
puesto de moda, el arrebatamiento. Actualmente hay una controversia con los preteristas
acerca del tema. Hace poco debatiendo con uno me dijo que los futuristas pensábamos que era como una "abducción marciana", así que voy a mostrarles con las Escrituras lo que es una realidad inminente.
1
Tesalonicenses 4:13-17
13
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis
acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no
tienen esperanza.
14
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús
a los que durmieron en él.
15
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que
vivimos, que habremos quedado hasta la
venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
16
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo; y los
muertos en Cristo resucitarán primero.
17 Luego nosotros los que vivimos, los
que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Para entender este pasaje debemos ver
el contexto, los tesalonicenses estaban preocupados por sus familiares que ya
habían muerto. Posiblemente pensaban que no los volverían a ver más. Pero Pablo
les da noticia de gran esperanza, se iban a volver a encontrar.
Veamos que dice Matthew Hanry:
“La esperanza
de la Segunda Venida les había traído otro problema a los de Tesalónica.
Esperaban que se produjera inmediatamente; esperaban estar vivos cuando
ocurriera, pero estaban preocupados por los cristianos que ya habían muerto. No
podían estar seguros de que también participaran de la gloria de ese Día. Pablo
les responde que tendrán una misma gloria los que ya hayan muerto y los que
estén vivos.
Les dice que
no deben tener tristeza como los que no tienen ninguna esperanza. Ante la
muerte, el mundo pagano se encontraba sumido en la desesperación. Se
enfrentaban con ella con una sombría resignación y una árida desesperanza.
Esquilo escribió: «Una vez que un hombre muere, no hay esperanza de que
resucite.» Y Teócrito: «Mientras hay vida hay esperanza, pero no la hay para
los muertos.» Y Catulo: «Una vez que se pone nuestra breve lumbrera, no nos
queda más que una perpetua noche en la que no podemos hacer más que dormir.» En
sus lápidas aparecían lúgubres epitafios: «No era; llegué a ser; ya no soy; no
me importa nada.» Una de las cartas en papiro más patéticas que han llegado
hasta nosotros es una carta de pésame que dice: "De Irene a Taonofis y
Filón: Consolaos. Lo sentí y lloré por el difunto como había llorado por
Dídimas. Todo lo que se podía hacer lo hice, como todos los míos. Epafrodito y
Termutión y Filión y Apolonio y Plantas. Pero a pesar de todo no se puede hacer
nada contra tales cosas. Por tanto, consolaos como podáis.»
Pablo
establece un gran principio: La persona que ha vivido y muerto en Cristo sigue
estando en Cristo y resucitará en Él. Entre Cristo y la persona que Le ama hay
una relación que nada puede romper, que sobrepasa la muerte. Como Cristo murió
y resucitó, así la persona que está unida con Cristo resucitará.”
El verso 15 nos habla claro de los
tiempos de la Segunda Venida de Jesús, es claro que iban a ver creyentes en esa
época, incluso Pablo pensaba que iba a estar vivo.
El verso 16 que Jesús mismo con voz
de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios descenderá del cielo, y al
oír ese estruendo los muertos en Cristo resucitarán primero. Cristianos de
todas las épocas saldrán revivirán físicamente.
Y el verso 17 habla de nosotros los
que quedemos, seremos arrebatados con ellos en las nubes para encontrarnos con
el Señor.
Vamos a revisar las palabras griegas que
se usan en los versos 15-17 para interpretar correctamente este pasaje.
Pero primero donde se encuentran los
personajes de esta historia, el verso 16 muestra a Jesús que está descendiendo cielo;
y los cristianos muertos y resucitados aquí en la tierra. Esto es importante
tenerlos en cuenta para contrastarlo con las palabras griegas que se usan.
En primer lugar veamos la palabra
PAROUSIA.
Según Vine significa lo siguiente:
PAROUSIA (παρουσία) lit.: presencia (para, con, y ousia, un ser; de eimi, ser). Denota tanto UNA LLEGADA como una consiguiente PRESENCIA CON. Por ejemplo, en una carta sobre papiro una dama habla de la necesidad de su parousia en cierto lugar a fin de atender algunos asuntos relacionados con su propiedad allí. Pablo habla de su parousia en Filipos (Filipenses 2:12; en contraste a su apousia, su ausencia; véase AUSENCIA). Otras palabras denotan la llegada (véanse eisodos y eleusis, encima). Parousia se usa para describir la presencia de Cristo con sus discípulos en el monte de la transfiguración (2 Pedro 1:16). Cuando se usa del retorno de Cristo, en el arrebatamiento de la Iglesia, significa no meramente su llegada momentánea por sus santos, sino su presencia con ellos desde aquel momento hasta su revelación y manifestación al mundo. En algunos pasajes la palabra da prominencia al inicio de aquel período, implicándose el curso del período (2 Pedro 3:4). En otros, es el curso del período lo que es prominente (Mateo 24:3,37; 1 Tesalonicenses 3:13; 1 Juan 2:28); en otros la conclusión del período (Mateo 24:27; 2 Tesalonicenses 2:8).
Entonces, PAROUSIA nos habla de una
venida con un encuentro, Jesús viene y se encuentra con los creyentes en las
nubes.
El diccionario Bíblico Word Study nos
dice lo siguiente acerca de PAROUSIA:
Es un término
técnico de la venida de Cristo (Mateo 24:3;
1 Co_15:23; 1 Tesalonicenses 2:19; 2 Tesalonicenses 2:8; 2 Pedro 3:4; 1 Juan 2:28); del Hijo del Hombre (Mateo 24:27, Mateo
24:37, Mateo 24:39); del Señor (1
Tesalonicenses 3:13; 1 Tesalonicenses 4:15;
1 Tesalonicenses 5:23; 2 Tesalonicenses 2:1; Santiago 5:7-8; 2 Pedro 1:16); del
día del Señor (2 Pedro 3:12). El término parousia
se refiere a la Segunda Venida del Señor, pero la Segunda Venida del Señor no
es solo un evento tomando lugar en un tiempo particular. En vez de eso está
hecha de una serie de eventos. Podemos entender a qué evento se refiere
examinando el contexto en que ocurren los términos parousia y erchomai
(venir)
Como vemos debemos ser muy cuidadosos
cuando usamos el término PAROUSIA, podemos darle el significado incorrecto;
pero en este caso podemos ver que se refiere al arrebatamiento de la iglesia.
Luego veamos la palabra que se usa
para arrebatar, HARPAZO. Vine la traduce de este modo:
Harpazo (ἁρπάζω) arrebatar. Se
dice del acto del Espíritu del Señor con respecto a Felipe (Hechos 8:39); de
Pablo al ser llevado al paraíso (2 Corintios 12:2,4); del arrebatamiento de los
santos al retorno del Señor (1 Tesalonicenses
4:17); del arrebatamiento del niño varón en la visión de Apocalipsis 12:5:
Este verbo comunica que se ejerce una fuerza de una manera súbita.
Podemos ver que este verso nos habla
de arrebatar ejerciendo una fuerza de manera súbita, como dice 1 Corintios
15:52 en un abrir y cerrar de ojos, de una manera inminente.
En el Comentario Expositivo de Wiersbe,
encontramos lo siguiente:
La palabra ‘arrebatados’
(1 Tesalonicenses 4:17) están llenas de significado. Significa: (1)
arrebatarlos rápidamente, porque no habrá advertencia (1 Tesalonicenses 5:1-10);
(2) tomados a la fuerza, porque Satanás tratará de impedir nuestro rapto al
cielo; (3) reclamar para uno mismo, como el novio reclama a la novia; (4)
mudarlos a un nuevo lugar; rescatarlos del peligro, porque la iglesia no pasará
la Gran Tribulación (1 Tesalonicenses 1:10; 5:9).
Ahora hablemos de la palabra APANTESIS,
que malinterpretan los preteristas.
Veamos lo que dice Vine:
Apantesis (ἀπάντησις) reunión.
Aparece en Mateo 25:6 «recibirle»; en algunos mss. en el v. 1 y en
27.32; Hechos 28:15 «recibirnos»; 1 Tesalonicenses 4:17 «recibir».
En todos estos casos, la traducción más rigurosa sería «salir al encuentro». Se
usa en los papiros de un magistrado que llegaba por primera vez. «Parece que la
idea especial de la palabra era la bienvenida oficial a un dignatario acabado
de llegar» (Moulton, Greek Test. Gram., Vol I, p. 4).
Los preteristas utilizan más el
ejemplo que el significado de la palabra que es “salir al encuentro”, pero
veamos otro diccionario, el Word Study.
APANTESIS, encontrarse viniendo de diferentes
direcciones. Una reunión (Mateo 25:1,6; Hechos 28:15). En 1 Tesalonicenses 4:17,
la expresión EIS (hacía) APANTESIN (reunión) indica que el Señor vendrá de una
dirección y nosotros de otra para reunirnos en el aire.
Aquí está
el error de la interpretación preterista, en el ejemplo de Vine está el
dignatario que está llegando y la comitiva que le da la bienvenida; pero en el
griego la frase completa es EIS APANTESIS, hacia la reunión. En el verso las
dos parten de un lugar, Jesús viene del cielo y nosotros de la tierra, de dos
lugares diferentes, para reunirnos (EIS APANTESIN) en las nubes, y como vemos
en las otras palabras que hemos visto, súbitamente, en un abrir y cerrar de
ojos.
Finalmente
quiero citar a Robertson:
Para recibir al Señor
en el aire (eis apantēsin tou Kuriou eis aera).
Este especial idioma Griego es común en la XXL como en el Hebreo, pero Polibio también
lo tiene y ocurre en el papiro (Moulton, Proleg., p. 14, n. 3). Este rapto de
los santos (tanto los resucitados como los transformados) es un glorioso clímax
de la argumentación de consolación de Pablo.
De esto
nos habla este pasaje de 1 Tesalonicenses 4, de ese arrebatamiento glorioso, de
nuestra esperanza bendita.
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