Las 24 Leyes de la Hermenéutica - Clase 9 - Las Reglas de la Hermenéutica - Sexta Parte
Clase 9
Las Reglas de la
Hermenéutica
Sexta Parte
Principios
teológicos de Interpretación
La teología es el
estudio de Dios y de su relación con el mundo; y su libro de texto para tal
estudio es la Biblia.
La teología intenta
sacar conclusiones respecto a varios temas amplios e importantes de la Biblia.
¿Cómo es Dios? ¿Cuál es la naturaleza del hombre? ¿Cuál es la doctrina correcta
de la salvación? Estos son los temas que tienen que ver con la teología.
Los principios
teológicos son aquellas reglas amplias que tienen que ver con la formulación de
doctrina.
REGLA #21
DEBEMOS COMPRENDER LA BIBLIA GRAMATICAL Y
SINTÁCTICAMENTE ANTES DE PODER COMPRENDERLA TEOLÓGICAMENTE
Es decir, debemos entender
primero lo que dice un pasaje antes de llegar a comprender lo que significa.
Veamos un pasaje en
Romanos 5 para entender esta regla:
Romanos 5:15-21
15 Pero el don no
fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron
los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por
la gracia de un hombre, Jesucristo.
16 Y con el don no
sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino
a causa de un solo pecado para condenación,
pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.
17 Pues si por la
transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno
solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la
justicia.
18 Así que, como
por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma
manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de
vida.
19 Porque así como
por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así
también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
20 Pero la ley se
introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó
la gracia;
21 para que así
como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia
para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
Debemos estudiar
cuidadosamente este pasaje para entender lo que quiere decir Pablo.
En este pasaje compara
a Cristo con Adán.
Dice que así como el
hombre es considerado pecador debido al pecado de Adán, así también es considerado
justo ante Dios por la obra consumada de Jesucristo.
Al hombre se le fue
imputado; es decir, se le atribuya la culpa del pecado de Adán aunque no había
hecho aún nada para merecerlo.
Igualmente al
creyente se le imputa la justicia de Cristo, aunque no haya hecho nada por
merecerlo.
Una conclusión que
podemos sacar es que esta imputación no afecta el carácter moral del creyente sino
sólo su posición "legal" ante Dios.
Al ser considerado
justo por la obra consumada de Cristo en la cruz, la forma moral del hombre no
cambió en absoluto, sino que se convirtió de golpe en un ser moralmente justo y
perfecto sino que a la vista de Dios se volvió una persona justa y perfecta.
La justicia de
Cristo le fue imputada al creyente.
Vemos entonces que
el entender primero lo que dice un pasaje es esencial para llegar a comprender
lo que significa.
REGLA #22
NO SE PUEDE CONSIDERAR BÍBLICA UNA DOCTRINA A MENOS QUE
RESUMA E INCLUYA TODO LO QUE LAS ESCRITURAS TIENEN QUE DECIR SOBRE EL
PARTICULAR
Mucha gente no
llega a dar un total significado teológico y se va por doctrinas extrañas
porque solo toma ciertos pasajes acerca de un tema y no todo lo que la Biblia
dice de un tema específico.
Para evitar este
problema es muy útil realizar un estudio bíblico de tipo temático; es decir, escoges
un tema, una idea o una enseñanza y estudias todos los pasajes que tengan algo
que ver con la materia.
Veamos tres tipos
de estudios paralelos que nos ayudarán en nuestro propósito:
1. Estudio por palabra
Por ejemplo,
emprendamos un estudio de la vida de Balaam.
Su vida la
encontramos principalmente entre los capítulos 22 al 24 de Números.
Balaam fue un
profeta de Dios que se dejó tentar por una invitación del rey de Moab para que
maldijese a Israel.
¿Qué lecciones y
conclusiones puedes sacar del estudio de su vida?
Usando una
Concordancia Bíblica podemos averiguar dónde se menciona más en la Biblia.
El estudiar lo que
dicen de él los escritores del Nuevo Testamento nos será de gran ayuda en nuestra
evaluación de este misterioso personaje bíblico.
Pedro dice que "amó el premio de la maldad"
(2 Pedro 2: 15). Judas nos comenta que codiciaba el lucro (Judas 11). Juan
agrega que enseñaba al rey de Moab "a
poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los
ídolos, y a cometer fornicación" (Apocalipsis 2: 14).
2. Por ideas
Este método de
estudio complementario difiere del anterior en que no podemos lograr nuestro
objetivo buscando en la concordancia todas las referencias a esa palabra, como
en el ejemplo de Balaam.
Una idea abarca más
de una palabra.
Tomar como ejemplo el
problema de la autoridad.
Los principales
sacerdotes y los ancianos del pueblo le preguntaron a Jesús: "¿Con qué autoridad haces estas cosas?
¿y quién te dio esta autoridad?” (Mateo 21: 23).
Para hacer este
estudio necesitaremos estudiar no solamente este pasaje sino también muchos
otros pasajes de las Escrituras que hablan del tema.
Moisés registra la
primera rebelión del ser humano contra la autoridad (Génesis 3); las Escrituras
también nos muestran a Dios actuando con toda severidad contra quienes
rechazaron la autoridad de uno de sus siervos (Números 16). y hay muchos
pasajes más.
3. Por doctrina
Este se refiere a
estudios temáticos sobre las grandes doctrinas de la Biblia, como: los
atributos de Dios, la naturaleza del hombre, la redención, la justificación, la
santificación, etc.
En esta clase de
estudio reunimos todos los datos informativos y declaraciones vinculadas al
tema entresacados de la Biblia, y luego sacamos las conclusiones pertinentes.
Es como armar un
rompecabezas.
A este proceso de
razonamiento que va de las partes al todo se le denomina "razonamiento
inductivo".
Si vamos a estudiar
la doctrina referente al “nombre de Jesús”
utilizando el modo inductivo, por ejemplo, buscaremos todos los pasajes
que trataran sobre el tema, los estudiaremos uno por uno, y luego los reuniremos
para hacer nuestras conclusiones definitivas.
El estudio bíblico
inductivo tiene gran importancia en el desarrollo correcto de nuestras
convicciones. Al estudiar las partes obtendrás un cuadro cada vez más claro y
preciso del total.
Tengamos presente
que lo que realmente vale requiere gran esfuerzo. Y esto es muy cierto en la
formación de nuestras convicciones vitales.
Hace falta estudiar
la Biblia en forma cuidadosa y esmerada, sin dejar detalles pendientes. No
existen los atajos para llegar a la meta.
Nuestros estudios
doctrinales moldearán nuestras convicciones espirituales, y estos sólo pueden ser
obtenidos estudiando todo lo que la Biblia nos dice sobre cada tema en
particular.
REGLA #23
CUANDO DOS DOCTRINAS PRESENTADAS EN LA BIBLIA PARECEN
CONTRADECIRSE, ACEPTA AMBAS COMO BÍBLICAS CONFIANDO EN QUE
HAN DE RESOLVERSE FINALMENTE EN UNA UNIDAD SUPERIOR
Existen unas
cuantas contradicciones o paradojas aparentes en las Escrituras. Decimos
"aparentes" pues en realidad son. Nos parecen contradictorias porque
la mente finita del hombre no puede abarcar ni comprender la mente infinita de
Dios.
Algunas de esas
paradojas que nos son familiares son:
1. La Trinidad. No servimos
a tres dioses sino a uno, pero sin embargo cada persona de la Trinidad es plena
y completamente Dios y no sólo un tercio de Dios. En efecto, tenemos que llegar
a la conclusión de que 1 + 1 + 1 = 1.
No hay imaginación
humanada que pueda explicar adecuadamente este misterio teológico. Está
totalmente fuera de nuestra capacidad de comprensión.
2. La naturaleza
doble de Jesucristo. Cristo Jesús es plenamente Dios y plenamente hombre. No es
mitad Dios y mitad hombre, ni es dos personas bajo un solo nombre. Es indivisiblemente
Uno. Nuevamente el misterio "matemático": 1 + 1 = 1.
3. El origen y la
existencia del mal. La mente humana deduce con toda lógica que, a este
respecto, sólo caben dos posibilidades: o Dios mismo creó el mal, o el mal ha
coexistido eternamente con El. Pero la Biblia nos da a entender que ninguna de
las dos es cierta, que ambas son falsas. Esto es otro misterio.
Cuando la Biblia
deja sin reconciliar a dos doctrinas conflictivas, como en los casos mencionados,
debemos hacer lo mismo.
No debemos desgarrar
las Escrituras en un esfuerzo por obligar a que concuerden dos doctrinas
aparentemente incompatibles entre sí.
No intentes llegar
más allá que Dios, queriendo resolver lo que El ha dejado pendiente.
Debemos nuestra
lealtad en primer lugar a las Escrituras, y no a un sistema teológico, por
bueno que sea.
Cuando interpretemos
la Biblia, no debemos permitir que la lógica humana nos haga decir más o menos
de lo que en realidad dice.
Podemos hablar con
claridad de lo que las Escrituras presentan claramente. En lo que ellas callan,
también debemos callar; y en lo que la Biblia parezca enseñar doctrinas
opuestas entre sí o imposibles según la lógica humana, debemos seguir su
ejemplo y sostener ambas posiciones, cuidando de mantener un perfecto
equilibrio entre una y otra.
REGLA #24
PUEDES CONSIDERAR QUE ES BÍBLICA UNA ENSEÑANZA QUE SE
DERIVA SOLAMENTE POR IMPLICACIÓN CUANDO OTROS PASAJES COMPARADOS O RELACIONADOS
LO APOYAN
La religión judía durante
los tiempos de Jesús estaba fraccionada en varios grupos: herodianos, esenios,
zelotes, saduceos y fariseos. Entre los dos últimos había división de opiniones
respecto a ciertos temas de doctrina y principalmente en cuanto a la
resurrección de los muertos. Los fariseos creían en ella y los saduceos no.
En cierta ocasión
Jesús entró a discutir con los saduceos sobre esta cuestión de la vida después
de la muerte. ¿Lo enseñaba realmente el Antiguo Testamento? Veamos el razonamiento
del Señor: "Pero respecto a que los
muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en
la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de
Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho
erráis" (Marcos 12:26, 27).
El Señor dijo en
esta ocasión que podía comprobar la resurrección de los muertos partiendo del
Antiguo Testamento (Éxodo 3: 15) donde Dios se identificó como el Dios de
Abraham, Isaac y Jacob.
Y ya que Dios es el
Dios de los vivos, la conclusión lógica es que estos tres hombres debían estar
vivos o resucitados.
Este tipo de
razonamiento es el que denominamos "razonamiento deductivo"
y podríamos
plantearlo del siguiente modo:
Primera premisa:
Dios es el Dios de los seres vivos.
Segunda premisa:
Dios es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob.
Conclusión: Podemos concluir que
Abraham, Isaac y Jacob están vivos.
Cristo razonó en
este caso que la doctrina de la resurrección se sobrentiende en el Antiguo
Testamento.
El Antiguo Testamento
no declara explícitamente que hay una resurrección de los muertos, pero al
comparar los pasajes que dicen algo sobre el tema podemos deducir que sí lo
hay.
El problema es que
es extremadamente fácil usar mal esta regla y arribar a una conclusión no
bíblica.
Esto lo podemos ver
con frecuencia en el uso que algunos hacen de ciertas Escrituras que nos dan ejemplos
de la vida de Cristo.
En Marcos dice que
Jesús: "Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue
a un lugar desierto, y allí oraba" (Marcos 1:35).
De esto podríamos
deducir fácilmente que un cristiano fiel debería tener su momento devocional en
la madrugada.
Primera premisa:
El creyente debe asemejarse a Cristo.
Segunda premisa:
Cristo tenía su momento devocional muy temprano en la mañana.
Conclusión: El creyente
también debería tener su momento devocional en la mañana temprano.
Sin embargo,
recordarás que bajo la Regla #5 ("Los ejemplos bíblicos sólo están
imbuidos de autoridad cuando los refuerza un mandato específico") podemos
sacar la conclusión de que sería bueno tener el momento devocional en las
primeras horas del día, pero no que es obligatorio hacerlo.
Este pasaje nos
muestra la conveniencia de ese momento devocional de madrugada, pero no a su
necesidad obligatoria.
Jamás puedes violar
un principio de interpretación para prestarle apoyo a otro.
Nuestro estudio
bíblico deberá tomar en cuenta todos estos principios si es que quieres llegar
a una interpretación correcta.
No sólo es correcto
sino también necesario creer que ciertas enseñanzas de las Escrituras son
válidas aunque sólo estén presentes por implicación (tenemos el ejemplo del argumento
de Jesús respecto a la resurrección). Pero al igual que la Regla #23, tal
razonamiento requiere un estudio cuidadoso y esmerado, le que significa
trabajar duro. Pero el fruto que obtenemos de tal esfuerzo nos recompensará ampliamente
y bien valdrá la pena.
No debemos tener
miedo de usar el razonamiento deductivo en nuestro estudio bíblico ya que es
válido siempre y cuando nos ajustemos a lo expresado en esta regla y a las
prevenciones de la Regla #22, es decir, no podemos considerar bíblica una
doctrina a menos que resuma e incluya todo lo que las Escrituras tienen que
decir sobre el particular.
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