Conociendo la Sana Doctrina
Una
de las cosas básicas para el creyente es conocer la sana doctrina, un creyente
que sabe lo que cree no caerá en las garras de una secta.
Recientemente
apareció un grupo que adoran a la Diosa Madre, sacando versos fuera del
contexto en el que se escribieron dicen que Jesús nació de la unión de Dios
Padre y una diosa madre, que es a la que adoran.
El
conocer la doctrina bíblica nos permite en no creer tonterías como esa.
En
este capítulo veamos las bases de una sana doctrina.
1. La Fuente de
Autoridad
2 Timoteo 3:14-17
14 Pero persiste tú en lo que has
aprendido y te persuadiste, sabiendo de
quién has aprendido;
15 y que desde la niñez has sabido
las Sagradas Escrituras, las cuales te
pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
16 Toda la Escritura es inspirada
por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
17 a fin de que el hombre de Dios
sea perfecto, enteramente preparado para
toda buena obra.
La
declaración doctrinal de toda iglesia sana debe incluir primeramente que la
Biblia; constando de 66 libros del Antiguo y Nuevo Testamento, es una
revelación divina de la que los manuscritos originales fueron inspirados
verbalmente por el Espíritu Santo.
No
tenemos libros extras en la Biblia ni tampoco libros aparte:
Gálatas 1:6-9
6
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó
por la gracia de Cristo, para seguir un
evangelio diferente.
7
No que haya otro, sino que hay
algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
8
Mas si aun nosotros, o un ángel
del cielo, os anunciare otro evangelio
diferente del que os hemos anunciado,
sea anatema.
9
Como antes hemos dicho, también
ahora lo repito: Si alguno os predica
diferente evangelio del que habéis recibido,
sea anatema.
La
Biblia es absoluta en su autoridad; completa en su revelación, final en su
contenido y sin ningún error en sus declaraciones.
En
la Biblia esta todo lo que es necesario para el servicio a Dios y para nuestra
salvación, por eso es la autoridad suprema y final en todos los asuntos de fe y
conducta; y es la única regla y norma por la cual debe ser juzgada toda
enseñanza.
2. La Doctrina de la Trinidad
1 Juan 5:7
7 Porque tres son los que dan
testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres
son uno.
Una
de las doctrinas más importantes de la Biblia es la de la trinidad, este es un
punto de ataque de las distintas sectas, sean antiguas o modernas y del que
debemos estar preparados para debatir.
La
trinidad consta de tres personas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, los
cuales son un solo Dios, tanto en substancia como en poder y gloria.
Los
grupos sectarios y heréticos dicen que la trinidad no es bíblica porque 1 Juan
5;7 no se encuentra en los manuscritos originales, pero podemos verla en otros
versos como: Mateo 3;16-17, 28:19 y 2 Corintios 13:14.
3. La Persona de Jesucristo
Mateo 22:41-44
41 Y estando juntos los
fariseos, Jesús les preguntó,
42 diciendo: ¿Qué pensáis del
Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David.
43 El les dijo: ¿Pues cómo David en
el Espíritu le llama Señor, diciendo:
44 Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
45 Pues si David le llama Señor,
¿cómo es su hijo?
Otro
de los puntos importantes cuando tratamos con las sectas es cual es el
pensamiento que tienen acerca de Jesucristo.
Jesucristo
es la imagen misma del Dios invisible, perfecto en su deidad y en su humanidad;
es uno con el Padre desde la eternidad.
Entró
al mundo mediante el nacimiento virginal de María por obra del Espíritu Santo;
con el propósito de morir por el hombre tomando su lugar en la cruz.
Luego
de morir por nuestros pecados y habiendo descendido 3 días a las partes más
bajas de la tierra, Dios lo resucitó de los muertos y lo sentó a su diestra en los
lugares celestiales donde está intercediendo a favor de los que creen en él.
El
vendrá otra vez, personal, corporal y visiblemente a jugar a los vivos y a los
muertos y establecer su reino.
Podemos
ver esto en: Mateo 1:18-25; Hechos 2:31-36; Filipenses 2:5-8, Colosenses
1:15-18; Hebreos 4:14-16, Apocalipsis 20:4-6, 11-15 entre otros.
4. La Doctrina del Hombre
La
obra maestra de Dios y sello de su creación.
En
Génesis 2:26-27 dice: “Entonces dijo
Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y
señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en
toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios
al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”
En
Génesis 2:7 vemos más específicamente la creación del hombre: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del
polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser
viviente.”
Una
traducción más exacta sería que Dios sopló espíritu de vida y el hombre fue un
alma viviente.
En
1 Timoteo 5: 23 vemos la tricotomía del hombre: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo.”
Dios
creo al hombre a su imagen como un ser trino. Teniendo un espíritu, un alma y
un cuerpo.
Dios
creo al hombre con libre voluntad y lo colocó en el huerto donde solo le
advirtió que no coma el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal
porque al hacerlo moriría (Génesis 2:16-17); pero luego de ser engañada la
mujer por Satanás y comer el fruto prohibido, el hombre de libre voluntad
decidió comerlo (Génesis 3:1-6), permitiendo que el pecado entre al mundo y
muriendo espiritualmente.
Como
dice en Romanos 5:12, la muerte paso a todos los hombres por cuanto todos
pecaron.
Pero
Dios no dejó a los hombres sin la oportunidad de recibir la salvación: “Por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su
gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:23-24).
Dios
le ofrece ahora al hombre de recibir la salvación por medio de la redención de
Cristo por nosotros.
Ahora
le corresponde al hombre recibir o rechazar la salvación que Cristo proveyó
para ellos (Juan 1:12, Marcos 16;15-16, Romanos 10:9-10 entre otros).
5. La Doctrina de la Salvación
De
esto de lo que venimos hablando al final del punto anterior; Dios ofreció la
salvación gratuitamente a todos los hombres sin que el hombre tuviese que hacer
algo para alcanzarla.
Efesios
2:8-9 es un verso muy claro acerca de este punto: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no por obras,
para que nadie se gloríe.
La
salvación es un regalo gratuito que Dios nos da por medio de su gracia y lo
recibimos por medio de la fe.
Este
regalo fue obtenido gracias al sacrificio de Jesucristo en la cruz, en el que
Él voluntariamente tomó nuestro lugar y murió por nosotros llevando nuestro pecado
en la cruz (1 Corintios 15:3. 1 Pedro 2:23-24).
Es
al momento que recibimos a Jesús que nacemos de nuevo (Juan 3:3), pasamos de
muerte a vida (1 Juan 3:14), y somos sellados con el Espíritu Santo (Efesios
1:13-14) y somos hechos nuevas criaturas en Cristo Jesús (2 Corintios 5:17).
6. La Doctrina de la Escatología
La
doctrina escatológica o de los tiempos finales es una de las preocupaciones
principales de los grupos sectarios, por eso debemos tener bien claro lo que
nos enseña la Biblia al respecto.
En
1 Tesalonicenses 4:16-17 y 1 Corintios 15:51-58 nos encontramos con el rapto de
la iglesia, en la cual los creyentes (vivos y muertos) serán transformados y
arrebatados para encontrar al Señor en el aire, iniciando la semana final o
Gran Tribulación, al final de la cual Jesucristo volverá por segunda vez
personal, corporal y visiblemente para derrotar al Anticristo y su ejercito e
instaurar su reino milenial habiendo atado a Satanás durante ese periodo de
tiempo.
Al
final del milenio Satanás será soltado por un corto tiempo; en el cual hará una
guerra final contra el Señor, donde será finalmente vencido y echado al lago de
fuego junto con su ejército.
Luego
de eso será la segunda resurrección donde los malos serán resucitados y
juzgados ante el Gran Trono Blanco, donde todo aquel cuyo nombre no se
encuentre en el libro de la vida será echado en el lago de fuego mientras que
los justos pasaremos la eternidad con el Señor (Mateo 24:29-30, 26:64; 2
Tesalonicenses 2;7; el capítulo 20 de Apocalipsis).
Muy bueno ! acertado y veraz
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