viernes, 30 de enero de 2015

La Falsa y herética traducción mesiánica del Nuevo Testamento el "Código Real"

Los mesiánicos para difundir su falsa doctrina hicieron una traducción del Nuevo Testamento llamada "Código Real".

En ella intentan engañar a los cristianos diciendo que el Nuevo Testamento fue escrito en hebreo y que la iglesia Católica lo cambió a Cristo para añadir doctrinas como la Trinidad, la deidad de Cristo, el Espíritu Santo y otras.

Aquí les dejo este artículo de Gary Shogren en el que refuta ampliamente esta aberrante versión del Nuevo Testamento. 

La versión del Nuevo Testamento, el “Código Real”


Por Gary Shogren, Seminario ESEPA, San José, Costa Rica

Se está malinformando a los creyentes latinoamericanos que por primera vez, podrán leer el Nuevo Testamento auténtico…y que todas las demás versiones castellanas son falsas. En el Código Real, D.A Hayyim dice que lo publicó para que por fin se corrigiera la Biblia. Reclama que sólo él se ha aprovechado de ciertos manuscritos hebreos y arameos y que su nueva versión prueba que todas las iglesias nos han mentido a través de dos mil años.

Si alguien pretende “corregir” la Biblia, debe tener pruebas incontrovertibles, que los demás pueden examinar. Entonces, he leído el Código Real y he llevado a cabo la investigación independiente en el hebreo, el griego y los datos históricos, para analizar bien sus pretensiones. Por lo general, yo no invertiría las horas y horas necesarias para analizar una publicación de esta naturaleza. Sin embargo llegó a ser sumamente preocupante para mí como creyente.

Entonces, ¿el Código Real (CR), la Versión Textual Hebraica, es la única traducción fidedigna? Para nada, en absoluto. ¿Es una versión legítima entre las demás? De ninguna manera. El CR pretende ser una “reconstrucción textual” del Nuevo Testamento. Es decir, el editor D. A. Hayyim, personalmente lo ha escrito de nuevo según como él interpreta que el Nuevo Testamento debe ser, sin ninguna base en el texto antiguo. ¡No es una traducción!

¿Cuál es el “norte” del CR? ¿Por qué es necesaria otra versión? Empieza de manera inocente: dice en la Introducción que:

1. Jesús enseñó a sus discípulos en el idioma hebreo (CR, p. 37);

2. Ellos en su turno, salieron para enseñar el evangelio en el hebreo (CR, p. 38);

3. Los libros del Nuevo Testamento fueron escritos en el hebreo por cristianos judíos y, en gran parte para cristianos judíos.

Aunque todos estos puntos son sumamente dudosos, no son peligrosos en sí. Sin embargo, la teoría de conspiración de Hayyim se vuelve siniestra. Él sigue:

4. Cuando los cristianos gentiles ganaron control de la iglesia en el siglo 4 d. C., modificaron el Nuevo Testamento a griego y luego destruyeron todos los originales hebreos;

5. Lo hicieron para cambiar la Biblia e introducir nuevas doctrinas paganas a la iglesia, por ejemplo, ¡la deidad de Cristo, la persona y deidad del Espíritu Santo y la salvación por fe en Cristo! Además, Hayyim comenta que los cristianos de habla española nunca han tenido el Nuevo Testamento auténtico, y que por esa razón han pasado por alto de las bendiciones de Dios. También reclama que la venida del fin de esta época depende de esta restauración, cumpliendo la profecía de Jer 31:31 (CR, p. 70).

Empezaremos con esta “traducción” y luego iremos a descubrir cuáles doctrinas trata de promover. Bueno, ¿escribieron el Nuevo Testamento original en el hebreo? De ninguna manera:

1. No hay evidencia de que el Señor enseñó en el idioma hebreo. Los seguidores de Hayyim, dicen que el hebreo es único idioma santo y, que por eso es cierto que Jesús lo usó para enseñar. Sin embargo, en la época de Jesús, emplearon el idioma hebreo solamente para investigación erudita y en la liturgia de la sinagoga, pero no para conversar ni predicar. Lo usaron en los ritos de la sinagoga tanto como la Iglesia Romana utilizó el latín hasta la década de los 1960s. Si alguien hubiera predicado en el hebreo, algunos pocos escribas lo hubieran podido entender.

Los evangelios, por otro lado, sí indican claramente que Jesús hablaba el idioma arameo, otro dialecto semítico que los judíos habían aprendido durante el exilio babilónico (Neh 13:24 dice que muchos judíos después del exilio no podían entender el hebreo; hablaban el arameo). Tenemos prueba firme de que Jesús usó el arameo, pues los evangelios preservan algunos de sus dichos directos: unos pocos son Talita cumi (Marcos 5:41); Efata(Marcos 7:34); Abba es arameo (Marcos 14:36); lo que María le dijo, Raboni, también (Juan 20:16). El sobrenombre que Jesús puso a Simón fue el arameo Cefas (en el griego es “Pedro”), también Bar-Jonás o sea, hijo de Jonás (Juan 21:15) – de hecho, los nombres que empiezan con Bar- típicamente son arameos. El sobrenombre de Jacobo y Juan, fue el arameo Boanerges (Marcos 3:17); también los nombres Tomás y Bernabé.Maranata es arameo. En la cruz, Jesús se refirió al Salmo 22 – Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? – pero no citó el texto hebreo sin habló en arameo: “¡Eloi, Eloi! ¿Lama sabactani?” (Marcos 15:34). A veces el CR preserva el arameo original (Cefas o Kefa), pero a veces lo quita (por tanto, Pedro ahora tiene el nombre hebreo “Ben-Jonás”, el CR hace algo similar con “Boanerges”): aparentamente Hayyim no quiere los sobrenombres arameos que Jesús mismo les puso.

El arameo fue el idioma común de los judíos de Palestina en el primer siglo. Cuando el NT usa la palabra “hebreo” para hablar de un idioma, típicamente significa “el idioma hablado por los hebreos, es decir, arameo”, pero no el idioma hebreo como tal (vea Juan 19:18, 20; Hechos 21:40, 22:2). En camino a Damasco, Jesús habló con Saúl en el idioma de los hebreos (otra vez, probablemente arameo, como lo traduce Hechos 26:14 NVI y TLA).

2. No hay evidencia de que los discípulos de Jesús predicaban el evangelio en el idioma hebreo.Cuando predicó Pedro el Día de Pentecostés, habló en griego, no en hebreo, pues la gente de las naciones se había reunido en Jerusalén para la fiesta. El único idioma que ellos hubieran tenido en común en el primer siglo d. C. sería el griego – no el arameo, ni el hebreo, ni el latín. Luego, muchos de los nuevos creyentes eran “helenistas” o griegos”, es decir, de “habla griega” (como traduce con razón la Versión Popular, vea Hechos 6:1). Los siete servidores a quienes escogieron para manejar los asuntos prácticos de la iglesia todos tuvieron nombres griegos (Hechos 6:5). En cuanto a esto, dos de los Doce Apóstoles son conocidos consistentemente por nombres griegos, es decir, Andrés y Felipe (Hechos 1:13).

Hubiera sido imposible el predicar el evangelio en hebreo a la gente no judía, y dificilísimo hacerlo entre todos con excepción de unos pocos judíos. De hecho, los judíos mismos produjeron una versión griega tras otra, para que los judíos, de habla no hebrea, pudieran leer la Biblia en el idioma que sí conocerían, es decir, el dialecto griego que se llamaba koinē. Ese proceso empezó en el siglo 3 a. C. con la famosa versión la Septuaginta (a veces conocida como la LXX); y más allá, cuando los cristianos habían adoptado la Septuaginta, los judíos la repudiaron y produjeron tres versiones más en el siglo 2 d. C. Cuatro versiones griegas, porque los judíos mismos necesitaron la Biblia en el griego para entenderla.

3. Existe una cantidad pequeña de evidencia de que Mateo quizás escribiera su evangelio primero en el hebreo o en arameo; existe una cantidad minúscula de evidencia de que Pablo quizás escribiera la Epístola a los Hebreos en el idioma hebreo; pero no hay evidencia de que alguien escribiera otro de los restantes 25 libros del Nuevo Testamento en otro idioma que no fuera el griego koinē. Hoy en día gozamos de 6000 manuscritos antiguos del Nuevo Testamento Griego. Aún más, hay miles de copias antiguas de versiones en el latín y otras lenguas, todas siendo traducciones del griego.

Pero, ¿qué del Evangelio de Mateo? El padre de la iglesia Papías (a principios del siglo 2 d. C.) aseveró que “Mateo ordenó en lengua hebrea los dichos del Señor y cada uno las interpretó [¿tradujo?] conforme a su capacidad” (citado en Eusebio, Historia de la Iglesia 3.39.16 y 5.8.2). Primero, es posible que Papías sencillamente no tuviera razón; los lingüistas han demostrado que es casi seguro que Mateo no es una traducción del arameo o del hebreo, sino que hay indicaciones fuertes de que fue compuesto en el griego. No obstante, al poner esto a un lado, no es claro lo que quiso decir; la interpretación más probable es que Papías no se refiere al Evangelio de Mateo como tal, sino a una colección de los dichos de Jesús en arameo.

Pero, ¿qué de la idea de que Mateo escribió en el hebreo, y que alguien lo ha descubierto en Europa? Por ejemplo, existe una copia de una versión hebrea de Mateo, copiada de una versión del siglo 14. Sin embargo, el CR depende de este manuscrito para rehacer Mateo y por extensión el entero Nuevo Testamento. Por su “autoridad”, para dar un solo ejemplo, el CR quita Mateo 28:19 (“bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”) de la Biblia, ¡porque un texto hebreo de proveniencia desconocida no lo contiene! Compare esto, entonces, con los 6000 manuscritos griegos y los miles de otros manuscritos – ¡y cada manuscrito que contiene Mateo 28 también tiene el versículo 19 y su referencia a la Trinidad! También, se debe agregar, que el CR no es una traducción de ese manuscrito hebreo. Tampoco sigue ningún manuscrito al agregar palabras Marcos 14:22-23.

Para apreciar cuántos manuscritos griegos existen, vamos al Evangelio de Juan. Un manuscrito antiguo fechado cerca de 125 d. C., es un fragmento de Juan que registra unos versículos del capítulo 18. ¡125 d. C.! Significa que es una copia hecha muy pocos años después de cuando Juan compuso su evangelio. Es decir que, el Nuevo Testamento, que enseña que Jesús y el Espíritu Santo junto con el Padre son el Dios trinitariano, no fue nada inventado siglos después para introducir nuevas doctrinas. La gran cantidad de evidencia muestra que todos los libros del NT fueron escritos en el griego y luego traducidos a otros idiomas.

Qué distorsión, la implicación del Código Real: “Esta versión hebraica es una restauración de los escritos originales, siguiendo las fuentes hebreas y semitas más antiguas con que contamos y el pensamiento hebraico que se encuentra detrás de sus traducciones griegas.” En otro contexto dicen que el CR es una “traducción realizada de los manuscritos hebreos y arameos más antiguos a la luz del pensamiento hebraico del primer siglo.” ¿No suena como si tuviéramos miles de manuscritos hebreos, sobre los cuales se puede traducir elCódigo Real? Pero en realidad, son una fantasma, una ilusión. ¡NO EXISTEN!, y Hayyim no puede exhibirlos. De hecho, suena como alguien quien reclama que ha visto un OVNI. Solamente que, en este caso, a veces la gente tiene fotos confusas de algo en el cielo. Hayyim, de su parte, no puede presentar imágenes u otras evidencias de ningún texto desde Marcos hasta el Apocalipsis. Su argumento suena mucho como la lógica: Bueno, entonces, ¿puede usted probar que el hebreo original NO existió? Este tipo de razonamiento no provee ninguna base para escribir de nuevo la Palabra de Dios.

El CR también cita y aplica mal un cierto comentario del padre cristiano Jerónimo (siglo 4-5 d. C.), y lo usa para “probar” que Pablo escribió todas sus cartas originalmente en el hebreo. Si uno lee lo que Jerónimo dijo,en su contexto, en realidad él menciona que quizás Pablo escribiera la Epístola a los Hebreos en el hebreo. Jerónimo no dice absolutamente nada sobre la lengua regular de Pablo para enseñar y escribir; solamente teoriza que escribió solamente Hebreos en el hebreo o en arameo.

Mientras que es dudoso que Mateo escribiera su evangelio en el hebreo o arameo, y seriamente dudoso que Pablo escribiera la Epístola a los Hebreos en el hebreo, no hay nada importante que se levante o se caiga con estas teorías. ¿Y qué, si las teorías son verdaderas? No, el peligro se acerca cuando alguno reclama que (1) el Nuevo Testamento entero fue escrito en el hebreo y por tanto (2) cuando los cristianos gentiles lo tradujeron, ellos cambiaron el mensaje original y nos dejaron una Biblia defectuosa y torcida. Esto involucra un salto lógico hacia la esfera de la fantasía y la especulación…hacia el mundo de las teorías de conspiración.

Una persona que examina toda la evidencia de los manuscritos y los testimonios de los padres de la iglesia podría preguntarse, ¿Por qué existen solamente unas pocas referencias a Pablo o Mateo escribiendo en el hebreo? He aquí el Sr. Hayyim, el editor del CR, deja atrás la razón y ofrece esta explicación, ¡Es debido a una conspiración anti-semítica! ¡Hay un “cover-up”, una simulación global, y todos los eruditos cristianos (quienes son gentiles) están involucrados! Y, ¿Por qué no tenemos los miles y miles de manuscritos hebreos del Nuevo Testamento original, como tenemos las copias griegas? ¡Es otra parte de la conspiración! ¡Los gentiles conspiraron para descuidarlos todos y escribir de nuevo el Nuevo Testamento como un libro griego!Así que la falta de evidencia a favor del Código Real…en sí sirve como evidencia: si no hay manuscritos hebreos, ¡bueno, eso confirma que alguien los quemó! (vea CR, p. 45). Esta explicación de por qué tenemos un Nuevo Testamento en el griego parece muy similar a El Código Da Vinci: tal como en el libro de Dan Brown, Hayyim anuncia que la Iglesia Católica Romana cambió el cristianismo y destruyó toda evidencia que era contraria a su agenda. Cuando una persona no está de acuerdo con un seguidor de Hayyim, escuchará entonces como yo he escuchado que, ¡Es obvio que ha aceptado las mentiras de Roma! ¡Qué manera más débil de probar un caso, argumentar que al estar de acuerdo con la Iglesia Romana en algún punto, uno está equivocado y engañado!

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El peligro más latente es la doctrina que el Código Real enseña. Cuando cualquier grupo declara que es el único que permite el acceso auténtico a la Palabra de Dios, y descalifica todas las demás Biblias, o maneras de leer la Biblia – o interpretaciones de los “gentiles”, en este caso –, estamos tratando con una secta, sean los mormones u otros. Mucha gente ha escrito sobre las marcas de los movimientos sectarios, y los siguientes claramente son aplicables al Código Real:

1. Reclama que se basa en descubrimientos nuevos o únicos. Algunas sectas dicen que tienen nuevas visiones sobrenaturales. Otras, como en el caso del CR, dicen que han sacado a la luz información previamente descuidada, como observamos en los párrafos anteriores. Para dar un ejemplo trivial del CR: en vez del nombre “Lucas” (el único nombre que conocemos para el compañero de Pablo y el autor del tercer evangelio), el CR lo nombra “Hilel”. Ahora, no hay ninguna evidencia de que ese hombre gentil en cualquier momento usó un nombre hebreo o que se llamara Hilel. Es un detallito; sin embargo, funciona para dar la impresión de una autenticidad histórica que otras Biblias no tienen. Más importante aún, existe la implicación de que un gentil no puede entender el evangelio sin entrar en estudios de los rabinos. Hayyim menciona nombres de rabinos y libros en todo momento…aunque, irónicamente, su conocimiento del judaísmo del primer siglo tampoco es nada profundo. El efecto es que deja al creyente a la merced de un cierto rabino del siglo XXI, si quiere leer la Biblia. También se debe notar que, es orientado no al judaísmo corriente sino a la secta judía “jasidismo” y la misteriosa Cábala, la cual ha atraído la atención de muchas estrellas de Hollywood.

2. Traduce mal la Biblia. ¡Por fin! dice el CR, la gente de habla castellana tiene el Nuevo Testamento correcto. Las demás versiones son defectuosas y producen un corto circuito en la vida del cristiano. Sin embargo, como hemos visto, el CR quita versículos bíblicos a su antojo sin evidencia en los manuscritos. Echa fuera Mateo 28:19. Presenta versículo tras versículo cambiado; de hecho, sería imposible aquí ofrecer más que un vistazo a la lista. Uno tiene que darse cuenta de que, el Código Real no es una traducción en el sentido que la Reina-Valera es una traducción de la Biblia de los idiomas antiguos; parece muy probable que el CR es una paráfrasis privada de alguna versión castellana o quizás inglesa.

Pero, ¿qué les da el derecho de escribir la Biblia de nuevo? Bueno, “…el Eterno nos ha dado el honor de ser responsables con lo que hemos recibido de nuestros antepasados y de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para preservarlo, trasmitirlo y enseñarlo de la forma más pura e intelectualmente aceptable a cada generación. Esta reconstrucción textual que ofrecemos está basada en estas premisas…” (CR, p. 35). ¿Lo captó? ¡El editor del CR ha asumido el derecho de reconstruir el texto del NT según cómo él percibe que es mejor, pues, es un “experto”! Y, ¿por cuál razón se siente libre para hacerlo? Porque la Biblia fue adulterada desde la conversión de Constantino y la llegada de la Iglesia a una posición de poder imperial: “Con tanto poder disponible, los líderes cristianos del Santo Imperio se aseguraron que los escritos apostólicos que tenían en sus manos respondieran a sus intereses doctrinales mas que a la realidad textual de donde provenían. Y en vez de preguntarse qué dice realmente el texto original, se preguntaban cómo podemos hacer que esto afirme nuestra posición. El resultado fue la corrupción textual del Nuevo Testamento…[Estamos hablando de] abusos premeditados, eliminando e introduciendo palabras en textos claves, a fin de favorecer la doctrina de la Iglesia que ahora, unida al poder del Imperio, tenía total y absoluto poder en sus manos para hacer y decidir lo que quisiera” (CR, p. 19, la gramática así en el CR; también p. 32 ). Este tipo de lógica conspiratoria provocaría envidia a Dan Brown, el autor de El Código Da Vinci, por la complejidad de sus intrigas y teorías postizas. Para anular esta idea, solamente tenemos que recordar los manuscritos existentes que fueron copiados antes de la conversión de Constantino en el siglo 4 d. C…y ¡ninguno de ellos está de acuerdo con el Código Real!

3. Hace a Cristo solamente un hombre justo. Casi todas las herejías que se podrían mencionar buscan en el fondo el menospreciar la persona de nuestro Señor Jesucristo. El CR, en su Introducción y a través del libro, al sesgo pero firmemente rechaza que Cristo es Dios o el Hijo de Dios en el sentido bíblico. Estafan a los lectores del sitio web al responder a la pregunta, “¿Creen ustedes en la pre-existencia de Cristo? Respuesta: La pre-existencia del nombre del Mesías es un asunto firmemente establecido en nuestra fe hebrea. Estamos convencidos que Yeshua (Jesús) es el Mashiaj (Mesías) del cual hablaron Moisés y los profetas.” Es decir, en términos sencillos, no, no creen en la pre-existencia de Cristo; Dios sabía el nombre del Mesías desde la eternidad y los profetas lo previeron; sin embargo, Jesucristo no existía antes de su concepción. La cristología del CR es que Jesús fue un “Tzadik” (CR, págs. 57-59). Este término hebreo es un título conferido por los judíos de la secta “hasidismo” a los rabinos de santidad y piedad especial. En otras palabras, Jesús fue un maestro santo y maravilloso, aún el mejor, pero Dios no, ni el Hijo de Dios desde la eternidad, ni en sí tan poderoso como un ángel. Qué diferente es de la enseñanza de la Epístola a los Hebreos, preservada en el Nuevo Testamento históricamente auténtico: “en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por quien asimismo hizo el universo” (Heb 1:3 RV 95); es decir, Dios creó el universo por medio de su Hijo, quien estaba presente en la Creación. Pero, que parodia la supuesta “traducción” del CR…no basada en ningún manuscrito, pero sencillamente una paráfrasis para apoyar esta nueva teología: “a quien constituyó heredero de todas las cosas pues teniéndolo a él en mente fue que hizo el universo”. O sea, Dios previó y pensaba en el hijo cuando creó el universo…pero ¡el hijo no participaba porque todavía no existía! El CR hace algo similar con Juan 1:1 y traduce mal Filipenses 2:6 y 10 y Tito 2:13 y de hecho oscurece todos los textos que tienen que ver con la divinidad de Jesús. Por ejemplo, en 2ª de Pedro 1:1, Pedro dice que “a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo han recibido una fe tan preciosa como la nuestra.” El CR sencillamente lo cambia, según el capricho del editor, borrando la verdad de que Jesucristo es “nuestro Dios”: “a los que por la justicia de nuestro Di-os a través de nuestro libertador, Yeshua el Mashiaj…”

4. Niega al Espíritu Santo. El CR hace que el Espíritu sea el “poder de Dios”, pero no una persona de la trinidad; su acercamiento se parece al de los Testigos de Jehová. El CR por tanto rechaza el Credo Apostólico y los credos de Nicea y Calcedón (CR, p. 22), los cuales enseñan que el Espíritu es una persona, no una fuerza impersonal.

5. Rechaza la salvación por fe en Cristo. El CR simplemente elimina el evangelio de salvación solamente por fe en Cristo. Típicamente agrega “obediencia” a la palabra sencilla “fe”: “…el hombre es justificado por feobediente que no tiene nada que ver con la observancia legalista de la ley” (Romanos 3:28, palabras subrayadas agregadas sin razón por el CR). En una nota de pie: “los que obedecen la Torah son los que tienen la promesa de recibir como regalo, la justicia divina”. Es decir que, el hombre es justificado por obedecer la Ley de Moisés. También podríamos mencionar el amado Efesios 2:8-9: en el CR, no somos salvos por la fe, sino por la “fe obediente”…o sea, por las obras.

6. Hace que su propio movimiento sea crucial para efectuar la venida de Cristo. En esta versión hebraica, los misioneros judíos ahora tienen las medias de llevar el evangelio a todas las naciones, y vendrá el fin de la época. ¡Sin el Código Real, Cristo no regresará! (la implicación de CR, p. 64). Esta característica es común dentro de muchas sectas; los Testigos de Jehová son un ejemplo señalado.

Podríamos seguir con ejemplo tras ejemplo de este tipo de tergiversación, pero en realidad no se necesitan otros ejemplos más. El Código Real aleja a la gente de nuestro Señor Jesucristo y le causa que menosprecie a sus hermanos “no informados”. Usa palabras hebreas para dar una impresión de que es la versión erudita y auténtica. No lo es…el Código Real es una estafa cruel. La decisión es entre la Palabra verdadera de Dios y una palabra de engaño.

Sin formación personal en el griego, el hebreo y la historia judía es muy difícil escapar de la trampa que es elCódigo Real. Al haber aceptado la idea de que debemos leer el Nuevo Testamento con sabor hebraico, uno luego escuchará que las preciosas verdades de quién es Jesús, quién es el Espíritu, cómo ser salvo, todas son mentiras. Le oscurecerán la mente al distraerle con palabras hebreas ocasionales o seudo-erudición sobre los rabinos antiguos. Si usted o sus amigos ya están en este laberinto, les pido con urgencia que rechacen el llamado Código Real y que se vuelvan a la Palabra auténtica en una versión confiable. No necesita a ningún rabino nuevo para revelarle nuevas “verdades”: el Maestro eterno ya nos ha impartido el mensaje de Dios.

Para obtener más información o para dialogar sobre el evangelio o sobre el Código Real, todos están cordialmente invitados a ponerse en contacto con el autor por correo electrónico (gshogren@esepa.org).

Hay permiso libre para sacar copias de este folleto, o se pueden ordenar de ESEPA.

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