1 Tesalonicenses 1:10 (Biblia Expandida)
10 y
esperar confiadamente la venida de Su Hijo de los cielos, al
cual resucitó de entre los muertos, es decir, a Jesús, quien nos
libra de la ira venidera.
Aquí Pablo empieza a desarrollar un tema que vamos ver a lo largo de la Epístola que es la Segunda Venida de Jesús. Aquí nos dice claramente que esperaban a Jesús para ser arrebatados y librados de la Gran Tribulación.
En cuanto a la expectativa de los tesalonicenses por la Segunda Venida de Jesús, Robertson nos dice: "Presente infinitivo, como douleuein, y tan lineal, para seguir esperando. La esperanza de la segunda venida de Cristo fue real y poderosa con Pablo como debería ser con nosotros. Fue objeto de abuso tanto entonces como ahora, como Pablo tendrá que demostrar en esta misma carta. Él alude a esta esperanza al final de cada capítulo de esta epístola."
Una cosa interesante que nos dice Robertson es que Pablo habla de la Segunda Venida en cada capítulo de la epístola.
MacDonald nos dice: "El cristiano sabe que se le puede exigir que pase por la muerte, pero también sabe que el Señor puede venir en cualquier momento y que, en ese caso, entrará al cielo sin morir. No es necesario que se cumpla ninguna profecía de las Escrituras antes de la venida de Cristo para su pueblo. Es el próximo gran evento en el programa de Dios. No podemos estar esperando el regreso del Señor en ningún momento si algún evento o período de tiempo tiene que intervenir. La posición del Rapto antes de la tribulación es la única que le permite al creyente esperar la venida de Cristo hoy. Otros puntos de vista fuerzan el abandono de la inminencia de Su regreso,"
Los tesalonicenses estaban con expectativas de ser arrebatados, y con esa confianza les escribe Pablo.
Luego menciona a Jesús, dando énfasis en su resurrección.
Barnes nos dice de esto: "Pablo probablemente quiere dar a entender aquí que esta era una de las grandes verdades que habían recibido, que el Señor Jesús había resucitado de entre los muertos. Sabemos que fue una doctrina prominente dondequiera que se predicara el evangelio."
Lo que Pablo nos quiere decir es que si Cristo resucitó, también tiene poder para librarnos de la ira venidera.
MacDonald dice de la parte final del verso: "Aquel que buscamos es Jesús, nuestro Libertador de la ira venidera. Esta descripción del Salvador venidero puede entenderse de dos maneras: 1. Él nos libera del castigo eterno de nuestros pecados. En la cruz soportó la ira de Dios contra nuestros pecados. A través de la fe en Él, tenemos el valor de Su obra contabilizado en nuestra cuenta. De ahora en adelante no hay condenación para nosotros porque estamos en Cristo Jesús (Romanos 8:1). 2. Pero también nos libra del próximo período de juicio cuando la ira de Dios se derramará sobre el mundo que ha rechazado a su Hijo. Este período se conoce como la Tribulación y el tiempo de la angustia de Jacob (Daniel 9:27; Mateo 24: 4-28; 1 Tesalonicenses 5:1-11; 2 Tesalonicenses 2: 1-12; Apocalipsis 6: 1-19: 10)."
En Apocalipsis 3:10 dice: "Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra."
Hay un día de ira, una hora de prueba que vendrá sobre el mundo, para castigar a los moradores de la tierra por su rechazo a Cristo, llamado la Gran Tribulación, pero la iglesia no pasará por ella, ya que Jesús, tal como resucitó de los muertos, nos librará de ella.