El “Bible Answer Man” se ha equivocado
Hank Hanegraaff y la teoría preterista
Por Pablo Santomauro
Es triste que un hombre que ha luchado tan arduamente y por largo tiempo contra las sectas y las enseñanzas aberrantes, ha sucumbido él mismo ante un método de interpretación bíblica que no se diferencia significativamente de los que usan las sectas que él tan vigorosamente combate. [1]
Hasta hace poco tiempo, los grupos más vocales en atacar al Pretribulacionismo[2] eran los Postribulacionistas[3] y los Pre-ira[4]. Pero últimamente ha surgido una corriente llamada Preterismo, cuyos proponentes llevan a cabo una campaña sin tregua para atacar la doctrina escatológica[5] del premilenismo[6]. Uno de los voceros más conocidos del Preterismo es Hank Hanegraaff, presidente del Christian Research Institute en Charlotte, North Carolina.
¿Qué es el Preterismo? El término “preterista” es latín por “pasado”. Como su nombre lo indica, los preteristas sostienen que la profecía bíblica ya ha alcanzado un cumplimiento en el pasado. Proponen que los pasajes proféticos como las enseñanzas de Jesucristo en Mateo 24, Lucas 21, Marcos 13 y Apocalipsis, ya se han cumplido.
Existe un preterismo “extremo” o “total” que aduce que toda la profecía bíblica se cumplió en el 70 d.C. con la destrucción de Jerusalén. Sus proponentes enseñan que este acontecimiento fue la Segunda Venida de Cristo. Consecuentemente niegan una venida de Cristo literal en el futuro, al igual que la futura resurrección de los creyentes. Afirman, además, que ya estamos viviendo en el nuevo cielo y la nueva tierra. Es obvio que esta posición es herética, o sea, choca de frente con la ortodoxia bíblica.
Hank Hanegraaff no es un preterista extremo, pero sí es un preterista “parcial” o “moderado”, aunque le guste llamarse de otra manera. Generalmente hablando, los preteristas parciales creen que eventos como el surgimiento del Anticristo, el rapto, la tribulación, el armagedón, el día del Señor, y el milenio, todos ocurrieron alrededor del 70 d.C. – el año en que Roma tomó Jerusalén y destruyó el segundo templo.
El preterismo parcial propone que los únicos eventos proféticos que aún están pendientes en el calendario profético son la 2da. Venida de Cristo (que en un sentido ya vino en las “nubes” en el año 70 d.C.) y la resurrección de los muertos. Así mismo, y al igual que los amilenistas tradicionales, creen que Dios ha terminado con el Israel bíblico. Todas las promesas de Dios a Israel son obsoletas y han sido transferidas a la iglesia por derecho propio, por ende, no existe ningún futuro profético para Israel. El hecho de que Israel exista hoy luego de dos milenios de ausencia total, no es más que un “accidente de la historia” perpetrado por los “ignorantes premilenistas” que apoyaron la Declaración Balfour que resultó en la formación del moderno estado de Israel en 1948.
Hank Hanegraaff y su libro, El Código del Apocalipsis
El reciente libro de Hank, The Apocalypse Code, propone las clásicas doctrinas preteristas de que Nerón fue la bestia de Apocalipsis (el Anticristo), la mayoría de las señales del fin dadas por Jesucristo en los Evangelios y el Apocalipsis fueron cumplidas alrededor del 70 d.C. durante la destrucción de Jerusalén, la tribulación ocurrió en el primer siglo, y por supuesto, a pesar de la abrumadora evidencia que establece que Juan escribió el Apocalipsis alrededor del 95 d.C., Hank sostiene dogmáticamente que fue escrito antes del 70 d.C.
El Señor Hank enseña que Dios se divorció de Israel (la ramera) y tomó una nueva esposa, la Iglesia (es obvio que nunca ha leído el final de Oseas), apoya la “causa” palestina en contra de Israel y acusa a éste de limpieza étnica. Hanegraaff apoya definitivamente la Teología del Reeemplazo, la teoría de que las promesas de Dios a Israel han sido transferidas a la Iglesia.
De acuerdo con Norman Geisler, presidente del Southern Evangelical Seminary, in Charlotte, NC, el libro adolece no solamente de los típicos errores y pobreza que caracteriza la hermenéutica preterista, sino también está plagado de falacias lógicas, a saber:
1. Falacia del Monigote de Paja – Hanegraaff aisla o selecciona una forma extrema de premilenismo y la usa para criticar a todos los que sostienen un premilenialismo tradicional y no comparten la posición extrema y sensacionalista.[7]
2. Falacia de Culpabilidad por Asociación  – Los argumentos contra la posición pretribulacionista del libro no son relevantes al premilenismo en general. Existen muchos premilenistas que no son pretribulacionistas, incluyendo midtribs y post-tribs. Por lo tanto, los argumentos contra los pretribs no destruyen el premilenismo, ni tampoco el dispensacionalismo. A pesar de ello, el libro de Hank descarta al uno con el otro por culpabilidad por asociación. [8]
3. Falacia del Falso Dilema – El libro de Hanegraaff crea la falsa disyuntiva de que, o se sostiene que las promesas de la tierra a Israel serán cumplidas en “un pedazo de tierra al este del Mediterráneo”, o de lo contrario serán cumplidas en Cristo. Estas son las únicas opciones, o una cosa o la otra. Esta posición va contra la lógica ya que existe una tercera alternativa, o sea, las promesas a Israel se harán realidad en ambos aspectos. Otro ejemplo de la falacia de “una cosa o la otra”, es que según Hank, si Dios es pro-judío, no puede ser pro-justicia. La falla consiste en no darse cuenta de que Dios puede ser ambas cosas, conservando la fidelidad al pueblo escogido de Israel y al mismo tiempo dando a los gentiles un lugar en el Reino, como ya lo ha hecho.[9]
4. Falacia del Texto Fuera de Contexto – El libro repite las clásicas maniobras interpretativas de la Teología del Reemplazo, o sea, tomar las promesas del A.T. de Dios a los judíos fuera de su contexto original, procediendo luego a reemplazar a Israel con la Iglesia del Nuevo Testamento.[10]
5. Falacia Genética – Este tipo de falacia presupone que algo es malo o está equivocado porque proviene de una fuente cuestionable. El libro de Hank menosprecia el pretribulacionismo dispensacionalista basado en la suposición de que se originó con John Nelson Darby (pp.40-41), a quien Hanegraaff llama un “sacerdote desilusionado” del siglo 19. Siguiendo la misma lógica deberíamos rechazar muchas descubrimientos científicos modernos que tuvieron un origen cuestionable, por ejemplo, el motor de corriente alternada de Tesla que supuestamente derivó de una visión que éste tuvo mientras leía los escritos de un poeta panteísta.[11]
6. Falacia de la Audacia Cronológica – El libro de Hanegraaff comete esta falacia cuando señala a la supuesta fecha tardía en la que el pretribulacionismo premilenista aparece en la historia (pp.40-44). Pero la verdad no es verificada por la época en que se descubre. Se sabe que muchas doctrinas heréticas son antiguas y muchas doctrinas ortodoxas son relativamente nuevas. El tiempo no es garantía para determinar la verdad. Aun más, premilenismo, el cual el libro The Apocalypse Code rechaza, apareció muy temprano en la historia (2do. siglo), mientras que la Teología del Pacto, aceptada por la mayoría de los amilenistas, surge recién en el siglo XVII.[12]
Además de los anteriores, el Dr. Norman Geisler señala en su reseña otros problemas con la lógica del libro The Apocalypse Code. Yo me permito señalar que errores de esta naturaleza sólo apuntan hacia las limitaciones del autor, o de lo contrario, a su dehonestidad intelectual.
Errores de colegial
El Código del Apocalipsis contiene errores que realmente perjudican la credibilidad de un hombre tan “humilde” como Hank Hanegraaff, quien con su libro pretende prácticamente causar un cambio de proporciones históricas en filas evangélicas a nivel mundial [13]. Por ejemplo, Hank dice que Tim LaHaye es “diferente a los primeros dispensacionalistas, los cuales creían que los judíos regresarían a Palestina debido a su creencia en el Redentor”[14]. Hanegraaff no ofrece ninguna documentación para esta afirmación, pero nosotros podemos decir que no es verdad. J.N. Darby afirmó, por el contrario, que los Judíos retornarían a su tierra en incredulidad. Darby escribe: “En el fin del siglo la misma verdad será reproducida: los judíos retornarán a su tierra, y sin estar convertidos, no obstante se encontrarán conectados con la cuarta bestia” [15].
Así mismo, el historiador David Rausch, en su disertación doctoral titulada “Sionismo en los Inicios del Fundamentalismo Americano (1878-1918)”, dijo: “Los proto-fundamentalistas creían que el pueblo judío retornaría a Palestina, la ‘Tierra Prometida’, sin convertirse en masa al cristianismo”[16].
Otros ejemplos pueden ser dados para dejar en claro que el grueso de los dispensacionalistas están de acuerdo con LaHaye en este punto. Hanegraaff está equivocado.
El libro The Apocalypse Code  es un desafío al sentido común
El espacio de este artículo no nos permite explayarnos en detalles sobre los argumentos bíblicos esgrimidos por Hanegraaff, pero baste decir que su forma de amilenialismo preterista-parcial crea en el aspecto hermenéutico, una falsa dicotomía entre el método de interpretación y el modelo escatológico, malentiende lo que es la Revelación progresiva y presenta una tipología distorsionada.
Por otra parte, se nos hace difícil entender cómo alguien con alguna capacidad intelectual puede seguir una línea de pensamiento preterista a la luz de los acontecimientos mundiales en el día de hoy.
Claro que en muchos casos el orgullo es la razón por la cual la gente cae detrás de los errores doctrinales. Esta gente forma parte de un grupo especial que ha supuestamente descubierto una verdad escondida. Lamentablemente miles y miles se les unen para seguir este tipo de desvarío.
Yo he ignorado el preterismo por mucho tiempo porque lo consideraba equivalente a la teoría de que la luna está hecha de queso. Pero la verdad es que me es difícil ser sólo un espectador y mirar como el error se propaga libremente, y debo considerar al preterismo como una amenaza seria.
La médula de este error se encuentra alrededor de la declaración de Jesús, “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca” (Mt. 24:34). Parecería lógico deducir que Jesús estaba hablando acerca de la generación del primer siglo, como afirma Hanegraaff. Sin embargo, esa lógica se diluye cuando contemplamos el cumplimiento de toda la profecía bíblica.
A los efectos de convertir el 70 d.C. en el año mágico, hay que hacerle “delete” a docenas de profecías que nunca se cumplieron.
¿Cuándo fue el evangelio predicado a todas las naciones?
¿Cuándo fue la marca de la bestia implantada?
¿Qué pasó con el ejército de 200 millones que viene del este?
¿Cuándo la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo?
¿Qué pasó con el granizo y el fuego, y el Eufrates seco?
Las preguntas pueden continuar ad infinitum. Por ejemplo:
¿Por qué hemos presenciado un renacimiento de la nación de Israel?
Si Jerusalén fue quitada como piedra pesada para siempre, ¿por qué ha sido puesta de nuevo en esa categoría?
¿Cuándo TODOS los judíos clamaron “Bendito es el que viene en el nombre del Señor”, como dijo Jesús que ocurriría?
Consideremos Mateo 24:21: “Porque habrá en ese entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”.
¿Acaso estas palabras de Jesucristo reflejan la realidad de lo que le pasó al pueblo judío en el primer siglo?
Por más trágico que hayan sido esos acontecimientos, ¿No fue el holocausto durante la época de Hitler mucho más horrendo?
¿Qué quiso decir Jesús cuando advirtió que ninguna tribulación (ni pasada ni futura) superaría en intensidad a la que El anunció?
Es evidente que esta tribulación que anuncia Cristo todavía se encuentra en el futuro.
Los preteristas no tienen más remedio que ser muy creativos frente a preguntas como las anteriores, y también lo es Hanegraaff. Tan creativos que tienen que espiritualizar una plétora de textos. Espiritualizar significa buscar el significado escondido detrás de un texto. Por ejemplo, la marca de la bestia en las frentes es simbólica y significa una identificación con ella, no una marca material. Pero, si no es una marca visible, ¿cómo es posible identificarla a los efectos de que la persona pueda desenvolverse en el terreno económico? Los ejemplos abundan donde Hanegraaff simboliza pasajes a diestra y siniestra, tanto que hasta el pasaje de 2 Pedro 3:10-13, cuyo lenguaje es notoriamente de alcance cósmico, es reducido a los acontecimientos que resultaron en la destrucción de Jerusalén en el 70 d.C.
Hank Hanegraaff está tan obsesionado con los símbolos que hasta ha creado símbolos detrás de los símbolos. Ejemplo: las setenta semanas de Daniel 9 las interpreta como un doble símbolo donde el retorno de los judíos con Nehemías al frente fue simbólico de Judas Macabeo, quien a su vez fue un símbolo del Mesías (p.193).
Tanta es la adicción a simbolizar pasajes por parte de Hanegraaf y los preteristas parciales, que no tenemos más remedio que admitir que el preterismo total, a pesar de ser herético, es más coherente y estructuralmente más lógico.
La falta de ética del “Bible Answer Man”
Es mi opinión de que en lo relacionado a las doctrinas de los últimos tiempos, los cristianos somos libres de tomar posiciones diferentes sin cruzar las fronteras de la ortodoxia, y aun de hacer público nuestra perspectiva doctrinal. También somos libres y debemos estar en condiciones de desarrollar un debate interno en una forma saludable y respetuosa. Lamentablemente, ésta no ha sido la conducta de muchos hermanos en el tema de profecía bíblica.
Por mucho tiempo hemos venido presenciando como la vehemencia de los ataques contra el pretribulacionismo y el premilenismo (premilenialismo) ha venido in crescendo hasta rayar en lo irrespetuoso. En este desgaste de hostilidad hacia los hermanos que creen en el rapto previo a los siete años de tribulación y el subsiguiente reino milenial, no sólo se han destacado los preteristas, sino también otros sectores, incluidos premilenistas y amilenistas. Hoy, la delantera ha sido tomada por los preteristas.
Hank Hanegraaff no es la excepción, pero ha ido mucho más lejos; ha tratado al premilenismo futurista como a una secta y a sus líderes como a falsos maestros. Además, ha vilipendiado a líderes de reputación intachable dentro del campo premilenista, al igual que al grueso de los que creemos en el futurismo profético en general.
El señor Hank afirma que los dispensacionalistas son gente “socialmente desheredada, psicológicamente perturbada, y teológicamente ingenua” (p.44). Agrega que el dispensacionalismo está asociado con el campo sectario como el mormonismo (p.44), el pretribulacionismo es “blasfemo” (pp.63-64) y la creencia en las promesas incondicionales de Dios a Israel “bordea en la blasfemia” (p.225).
En realidad, parece increíble que un hombre que escribió tan brillantemente al denunciar el Movimiento de la Fe y el Avivamiento de Toronto, haya lastimosamente salido a la palestra a atacar a siervos de Dios perfectamente ortodoxos como Tim LaHaye y Hal Lindsey, y en su arremetida ha ofendido indirectamente a reconocidos dispensacionalistas que han sido frecuentes invitados a su programa de radio. Me refiero a hermanos como Ron Rhodes, Norman Geisler, Wayne House y Thomas Howe.
El hombre que siempre aludía a las palabras de San Agustín, “En los esenciales unidad, en los no esenciales libertad, pero en todas las cosas caridad”, parece haberse olvidado que la profecía bíblica siempre ha sido una doctrina secundaria o periférica (no esencial para la unidad de la fe).
Lamentable giro el que ha dado CRI, el antaño respetado ministerio fundado por Walter Martin. Está hoy en manos de un hombre que nos preocupa profundamente, sobre todo desde que su número de teléfono pasó a ser 1-800-call-Hank (1-800-llame a Hank).
Notas
1.    Norman Geisler, Review of Hank Hanegraaff’s The Apocalypse Code
http://www.ses.edu/NormGeisler/ReviewApocalypseCode.html
2. Pretribulacionismo: Doctrina que enseña que el rapto ocurrirá antes de la Tribulación.
3. Postribulacionismo: Doctrina que enseña que el rapto ocurrirá al final de la Tribulación
4. Pre-ira: Doctrina que enseña que el rapto ocurrira en la mitad de la Tribulación, antes que se desate la ira de Dios sobre la tierra
5. Escatología: Doctrina de los tiempos del fin.
6. Premilenismo (premilenialismo): Perspectiva que afirma que a la 2da. Venida de Cristo, sigue un reino un reino milenial en la tierra encabezado por él.
7. Norman Geisler, Review of Hank Hanegraaff’s The Apocalypse Code  http://www.ses.edu/NormGeisler/ReviewApocalypseCode.html
8. Ibid.
9. Ibid.
10. Ibid.
11. Ibid.
12. Ibid.
13. Hank Hanegraaff, www.gather.com/viewArticle.jsp?articleId=281474976960023.
14. Hanegraaff, The Apocalypse Code, p. 23.
15. John Nelson Darby, The Hopes of the Church of God, in Connection with the Destiny of the Jews and the Nations as Revealed in Prophecy (1840), Collected Writings, (Winschoten, Netherlands: H. L. Heijkoop, reprint 1971), vol. 2, p. 324.
16. David A. Rausch, Zionism Within Early American Fundamentalism 1878-1918: A Convergence of Two Traditions (New York: The Edwin Mellen Press, 1979), p. 64.