Cuando por fin había hecho las paces con Jesús Adrián Romero me encuentro con este artículo que me dejó con la boca abierta
Jesús Adrián Romero: No puedo comprobar con “absoluta certeza” que la Biblia es la palabra de Dios
En un artículo de su blog titulado “Humildad Teológica” Jesús Adrián Romero nos ha recordado a la generación perversa que demandaba señal:
Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás.
Lucas 11:29
En dicho artículo comienza apoyando a los agnósticos:
Me gusta la honestidad de los agnósticos, aprecio su humildad epistemológica.
Un agnóstico no descarta ni acepta creencias religiosas, simplemente toma una postura neutral porque reconoce los límites del conocimiento humano en el tema de Dios y la religión.
Dice que nosotros los cristianos tenemos mucho que aprender de los agnósticos porque según él la certeza teológica nos ha vuelto orgullosos y que nos haría bien un toque de realidad.
JAR dice que no tener problemas en afirmar que la Biblia es la palabra de Dios, pero que hay huecos en los argumentos a favor de su verdad, y que para aceptarla, “tuve que tomar un paso de fe”. ¿Acaso no es de eso que se trata esta carrera?
¿Cómo compruebo que los 70 traductores de la septuaginta fueron inspirados por el Espíritu Santo para traducir de la manera correcta, agregar nuevos libros o partes de algunos libros al canon del antiguo testamento?
¿Cómo compruebo que el canon de las escrituras es absolutamente correcto y que los hombres asignados a este trabajo escogieron, dirigidos por el Espíritu Santo, la lista de los libros que compondrían la Biblia? ¿Cómo compruebo que fueron inspirados por el Espíritu Santo para determinar la canonicidad de ciertos libros y la apocrificidad de otros?
¿Cómo compruebo que el canon de la Biblia protestante es el correcto cuando el mismo Martín Lutero tenía problemas con algunos libros que ahora son parte del canon bíblico, y cuestionaba que libros como el de Ester, Hebreos y Santiago, entre otros, fueran inspirados por el Espíritu Santo?
JAR, ¿es necesario comprobar todo eso? ¿Recuerdas a Tomás, cuando dijo que mientras no viera al Maestro resucitado y metiera sus dedos en el lugar de los clavos y su mano en el costado no creería? Pues el Maestro se le apareció y le dijo “Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”. ¿No te gustaría ser un bienaventurado?.
JAR, recuerda que los hombres de Dios en el antiguo testamento como Elías creyeron de una manera que Dios hacía señales delante de ellos, ellos no necesitaban señales para creer, al contrario, las señales llegaban porque ellos creían. Dios nunca ha sido un Dios oculto, Dios siempre ha mostrado su poderío a través de las escrituras, de manera que podemos ver que desde el libro de Génesis Él ha sido conocido como el Dios de poder y no podemos dudar de que para esta generación el siga mostrando su poderío.
Su afirmación:
No puedo comprobar con “absoluta certeza” que la Biblia es la palabra de Dios.
Nos arroja mucha confusión, puesto que los hombres del pasado nunca tuvieron temor de demostrar que Dios es Dios y solo Él. Vemos al salmista David diciendo:
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.”
Salmos 19:1
El salmista David no comenzó a hacerse preguntas, él solo tuvo que mirar a los cielos y decir: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.” Usted dice: “No tenemos una fe a ciegas” pero también dice: “No todo lo que creemos puede comprobarse con absoluta certeza.”. Esto es algo contradictorio, ya que dices no tener una fe ciega, pero luego dices que no todo lo que crees puede comprobarse con absoluta certeza, y de eso es que trata la fe.
En la parte final del artículo de JAR aparece algo muy clave:
Tenemos la absoluta certeza que la Biblia es inspirada por Dios, pero más que certeza intelectual, esta certeza se deriva de algo más personal; FE.
Y continúa:
En mi vida he comprobado que las palabras de este libro son verdad y son vida. Sus consejos me han llevado a encontrar la llave para entrar a una vida plena y productiva.
Al final de todos los argumentos, la única “verdad” a la que nos podemos aferrar con certeza es la verdad de nuestra fe.
Si en verdad tienes fe, ¿qué es lo que te lleva a escribir un artículo que lo que hace es generar dudas acerca de tu fe?
Pobre JAR qué poco aprendió del canon... no sabe que Quién nos indica qué libros vienen de Dios, son los que están inspirados, los cuales traen vida, revelan a Dios y dan evidencia de la centralidad de la revelación de Dios.
ResponderEliminarAhora, qué confundido está... la LXX es una traducción, Dios SOLO inspiró los escritos originales, no las traducciones...
Ese contacto con los católicos lo desorientado.
Con Filón de Alejandría tenemos representado a la comunidad hebrea de la diáspora y helenizada que tomaba la LXX como Inspirada. Agustín de Hipona afirmaba “Porque el mismo Espíritu que actuaba en los Profetas, también inspiraba a los traductores de Septuaginta” (De Civitate Dei, La ciudad de Dios, 15, 42).
EliminarNingún protestante puede comprobar que la Biblia es Palabra de Dios, ni siquiera pueden demostrar que en la Biblia diga que los 27 Libros del NT sean Palabra de Dios porque en ningún lado lo dice. :)
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ResponderEliminarEl tema no es nuevo, con toda razón tuvo que aceptar esto el mismo Lutero -en su Comentario sobre San Juan- al decir: "Estamos obligados de admitir a los Papistas que ellos tienen la Palabra de Dios, que la hemos recibido de ellos, y que sin ellos no tendríamos ningún conocimiento de ésta"
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