PABLO CONDENÓ CLARAMENTE EL GNOSTICISMO
1 Timoteo 6:20
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia.
Este único verso es suficiente para mostrar la condena que Pablo hace del gnosticismo.
La palabra “ciencia” es la griega “gnosis” y que significa “conocimiento”.
La Biblia esta en contra de estos falsos argumentos o “conocimientos secretos” de los gnósticos.
No necesitamos ser “iniciados” para conocer los misterios del evangelio y acerca de Jesús; porque el amor de Dios ya fue revelado a nosotros.
Colosenses 1:24-28
24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;
25 de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios,
26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,
27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre.
Este gnosticismo lleno de misterios y cosas ocultas, no llega a enterarse que el misterio que había estado oculto ya fue revelado a los santos (la iglesia) y este misterio es Cristo en nosotros, la esperanza de Gloria.
Por otro lado para perfeccionarnos, no necesitamos una serie de enseñanzas ocultas y escondidas, y ser iniciados segun los costumbres gnósticas.
¡¡¡No!!! En Cristo Jesús todo hombre es perfecto.
Es decir, al recibir el evangelio de nuestra salvación y confesar a Jesús como Señor de nuestras vidas recibimos la obra completa de Dios en nosotros.
El Apóstol Juan hablando acerca de estas enseñanzas gnósticas dijo:
1 Juan 2:20-27
20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
21 No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad.
22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
23 Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.
24 Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
25 Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.
26 Os he escrito esto sobre los que os engañan.
27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
La unción, que es Cristo en nosotros a través de la presencia del Espíritu Santo en nuestro interior, nos enseña todas las cosas y nos guía a toda la verdad.
Por eso no necesitamos que estos maestros gnósticos a través de sus “enseñanzas profundas y misteriosas” vengan a enseñarnos el camino para llegar a Dios.
Jesús, el camino, ya está en nuestro interior.
Así que no caigamos en las mentiras y engaños de los gnósticos.
Nosotros tenemos algo que ellos no tienen:
La Verdad.
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